Por Jorge Pignataro
Se cumplieron este viernes 120 años del nacimiento de Atahualpa del Cioppo. Nació el 23 de febrero de 1904, en Canelones, y falleció en La Habana, Cuba, el 2 de octubre de 1993. Además de destacado actor y director teatral, fue periodista y escritor, también poeta. Si de su trayectoria en el ámbito teatral se habla, hay que decir en primer lugar que es amplísima y de incalculable valor. Por basten estos datos como meros ejemplos: fue uno de sus fundadores, en 1949, del célebre conjunto teatral “El Galpón”; fue invitado a dirigir en Caracas, Lima, Chile, Bogotá, Cuba, Berlín y Buenos Aires; entre sus más notables discípulos se encuentran los directores Ugo Ulive y Jorge Curi; en 1978 recibió el Premio Ollantay del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), el Premio Florencio y el Premio Nacional Cyro Scoseria uruguayo; en 1984 recibió la medalla Haydée Santamaría del gobierno cubano y en 1991 la medalla Gabriela Mistral del gobierno de Chile; actualmente lleva su nombre un premio del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz.

El profesor teatral Raúl Rodríguez Da Silva, que hace algún tiempo dictó clases en Salto, dijo una vez a EL PUEBLO “Maestro de Maestros del Teatro Latinoamericano, referencia constante en lo artístico, y en lo ético dentro de nuestra profesión…Ojalá las nuevas generaciones fueran educadas en el recuerdo de todas sus enseñanzas”. Y este viernes escribió: “Atahualpa Del Cioppo es uno de los nombres de mayor prestigio del teatro uruguayo. Trascendió las fronteras geográficas gracias al rigor profesional, la ética y la responsabilidad con los que llevó adelante todo su trabajo. Hace tiempo que pienso que las Instituciones de Formación Teatral en nuestro país, deberían tener una Cátedra Atahualpa Del Cioppo. En su momento se lo propuse a Ruben Yañez cuando dirigía la EMAD pero por razones que desconozco, no prosperó…”.