Las amígdalas son dos estructuras que se encuentran en la cavidad oral, una de cada lado. Cuando un recién nacido inicia su crecimiento, las amígdalas se encargan de identificar los diferentes microbios que pueden estar presentes en el medio ambiente y en la cavidad oral. Al hacer esto las amígdalas dan la orden para que se empiecen a producir algunas células de defensa de nuestro organismo y por lo tanto empecemos a desarrollar nuestro propio sistema de defensa (sistema inmune). Por suerte, las células de defensa del cuerpo no solamente se producen aquí, por lo que si hay necesidad de retirar las amígdalas por algún motivo, el sistema de defensa nunca se verá afectado.
MOTIVOS PARA LA OPERACIÓN
Existen diferentes motivos en la que podríamos sugerir que el paciente sea operado de las amígdalas (sea sometido a Amigdalectomía), estas incluyen:
Necesidad en poco tiempo de requerir cirugía
El Que estén tan grandes que obstruyan el paso de aire, produciendo ronquido en la noche y periodos durante el sueño sin respirar (Apnea del Sueño).
El Que una amígdala este exageradamente más crecida que la otra.
El Que en cada cuadro de infección de las amígdalas se presente fiebre muy alta y se acompañe de convulsiones.
El Que las amígdalas presenten sangrados.
El Fiebre reumática
Alta probabilidad de requerir cirugía (pero no urgente)
El Infecciones repetitivas de la garganta y las anginas: (más de 7 infecciones en un año, más de 5 infecciones por año a lo largo de dos años, más de 3 infecciones por año a lo largo de tres años).
El Que se haya acumulado pus en la periferia de la amígdala (absceso periamigdalino), durante alguna infección de la garganta.
El Que las amígdalas sean las causantes de mal aliento.
El Que cada vez que hay infección, resulte muy difícil el poder pasar alimentos y líquidos.
El Que se haya demostrado que constantemente está presente en la garganta el microrganismo Streptococcus B-hemolítico del Grupo A.
Generalmente, la decisión de operar las amígdalas es en conjunto con el otorrinolaringólogo y el paciente. En este caso se evalúan riesgos y beneficios de operar versus no operar y tratar cada cuadro infeccioso con medicamentos.
PROCEDIMIENTOS DE LA OPERACIÓN DE AMÍGDALAS
Antes de la intervención se hace un estudio preoperatorio.
Las ocho horas anteriores a la intervención el niño debe permanecer en ayunas.
La amigdalectomía se hace bajo anestesia general, en un quirófano, con un anestesista que monitoriza en todo momento las constantes vitales del niño. La intervención dura alrededor de unos 20 minutos.
El cirujano extrae las amígdalas del niño a través de la boca, sin realizar incisiones en la piel. La operación se realizara con instrumentos específicos, que disecan las amígdalas extrayéndolas del lecho amigdalino. El sitio de donde las amígdalas han sido extraídas cicatriza por si mismo en 10-14 días.
En la mayoría de los casos el tiempo de estancia en el Hospital o Sanatorio es de 24hs. Al alta, el otorrinolaringólogo indicará tratamiento antibiótico en algunos casos y analgésico.
Cuidados tras la intervención
Tras la operación de amígdalas, aparecen en la zona de la intervención unas costras blanquecinas. Estas costras no son signo de infección, sino la evolución normal de la cicatrización de la mucosa faríngea. Se debe tener mucho cuidado en que estas costras no se desprendan bruscamente para evitar el sangrado.
Por ello, es conveniente:
El Reposo relativo tras la amigdalectomía, evitando los ejercicios bruscos.
El Evitar las maniobras en la boca que puedan llevar al desprendimiento de las costras (higiene dental posterior, colutorios enérgicos, etc.)
El Seguir una dieta blanda fría durante dos días, que luego se hará tibia hasta pasado el noveno día en que se comenzará con dieta normal.
El Hay medicamentos como la aspirina que interfieren con la coagulación, procurar evitarlos antes y después de la intervención.
Riesgos de la amigdalectomía
El Riesgo anestésico, igual que cualquier otra operación. Afortunadamente, gracias a las medidas de control y los nuevos fármacos anestésicos, este riesgo es mínimo.
l Sangrado del lecho amigdalino. Se puede producir inmediatamente tras la intervención o alrededor del séptimo día de la operación, cuando la escara que cubre la zona operada se cae. Está complicación puede minimizarse siguiendo las recomendaciones de su otorrinolaringólogo para el postoperatorio. Cuando la hemorragia ocurre la mayoría de las veces es escasa y cesa espontáneamente.
l Dolor intenso de garganta durante la deglución, a menudo irradiado a oídos. Es pasajero y suele responder al tratamiento analgésico.
La amigdalectomía no parece influir de forma negativa en la respuesta inmune (defensas) del organismo. La función de las amígdalas es suplida íntegramente por el resto de los tejidos linfáticos del organismo.
Fuente: www.tuotromedico.com