Llega la app Élida para víctimas con restricciones
Un nuevo recurso tecnológico se suma a la batalla contra la violencia de género en Uruguay. El Ministerio del Interior anunció el lanzamiento de la aplicación Élida, una herramienta digital destinada a brindar una alerta rápida a las víctimas que cuentan con medidas judiciales de no acercamiento. Su implementación, a partir de diciembre, despierta expectativas entre especialistas en la materia, como Adriana Miraballes, que enfatizó en la importancia de la respuesta rápida en situaciones de peligro.
La tecnología como aliada: la app Élida en marcha
El Ministerio del Interior comunicó el próximo inicio de funcionamiento de la aplicación Élida para alertar sobre situaciones de violencia de género, previsto para el mes de diciembre. La herramienta, nombrada en homenaje a la primera mujer policía uniformada del Uruguay, Élida Pensado Graña, comenzará con un plan piloto de 2.000 celulares en convenio con Antel. July Zabaleta, directora nacional de Políticas de Género, señaló que la aplicación se dirige a víctimas con órdenes de no acercamiento, presentándose como una alternativa a las tobilleras electrónicas porque es para otro público, según sus dichos. La presentación oficial se realizará en Montevideo en el marco del 25 de noviembre.
Botón de pánico y ampliación de denuncias
Zabaleta detalló que la aplicación incluye un botón de pánico que permite al Ministerio del Interior recibir la alerta de forma inmediata y enviar una respuesta de emergencia. Además, la herramienta fue pensada para ir más allá de la respuesta inmediata: también queremos que por ejemplo se pueda ampliar la denuncia desde ese dispositivo sin tener que trasladarse a la comisaría, explicó la jerarca. Aunque el proyecto comenzará como prueba piloto en Montevideo, la intención es evaluar la respuesta para extender su cobertura a otros departamentos del país.
Expectativa especializada ante la novedad
Consultada por Diario El Pueblo sobre la nueva herramienta, la técnica especializada Adriana Miraballes recibió la iniciativa con optimismo, destacando la expectativa por la evaluación que se realice tras la etapa piloto en Montevideo. Subrayó que, si bien la aplicación no sustituye a las tobilleras electrónicas, la posibilidad de contar con respuesta de personal especializado en el abordaje de estos casos es clave para mejorar los tiempos de acción y enfatizó en la utilidad del botón de pánico ante un peligro inminente.
Alerta activa de la víctima versus medidas pasivas
Miraballes trajo a colación la diferencia con el sistema de tobilleras electrónicas, donde existe la posibilidad de que el agresor rompa el dispositivo. En cambio, con la app Élida, la propia víctima tiene la capacidad de alertar a las autoridades. La especialista pensó en la utilidad de la aplicación para mujeres que residen en áreas rurales o pequeñas poblaciones, donde las distancias entre agresor y víctima a menudo son más cortas que las restricciones de acercamiento impuestas judicialmente. Manifestó su “esperanza que esto pueda ayudar a por lo menos ayudar a dar una respuesta más rápida y que logremos bajar los niveles de denuncias de situaciones de violencia”.
Cifras alarmantes: aumento constante de denuncias
La especialista hizo referencia a los índices preocupantes que reflejan la persistencia de la violencia de género en el país. Los datos del Ministerio del Interior mostraron que los casos denunciados mantuvieron una curva ascendente desde 2013, sin atisbos de descenso. La gravedad de la situación se ve en las estadísticas: en el primer semestre de 2024 se registraron 21.459 denuncias de violencia doméstica y 1.606 de delitos sexuales. La mayoría de los homicidios a mujeres (64,9% entre 2022-2024) fueron cometidos por parejas o exparejas, y en el período 2001-2022, el 81,4% de los femicidios tuvo la misma autoría.
El llamado a la responsabilidad social y la denuncia
Miraballes cerró su análisis con una fuerte interpelación a la sociedad, pidiendo dejar de lado la indiferencia ante los casos de violencia. Afirmó que, como ciudadanos, no debemos mirar al costado si se escuchan gritos o situaciones de violencia de vecinos, exhortando a llamar al 911 para informar lo que está ocurriendo y así evitar posibles tragedias. La experta diagnosticó una violencia enquistada en todos los ámbitos de la vida social uruguaya: no solo hacia mujeres y niños, sino también en el deporte, el tránsito y las redes sociales, y el cambio cultural comienza con dejar de lado la indiferencia.
