Cuando iba a las exposiciones del Prado, como ministro de Ganadería y (José) Mujica también lo hacía, iba a hablarle al país y no a esa gremial que se reúne ahí, no a rendirle cuentas. Porque tengo la concepción de que las políticas agropecuarias en nuestro país se refieren tanto a los productores grandes, como a los medianos y a los pequeños”, dijo el ex ministro de Ganadería del actual gobierno de izquierda y senador electo por el Movimiento de Participación Popular, el ingeniero agrónomo Ernesto Agazzi.
Esto lo dijo haciendo eco de las palabras de José Mujica, quien al asumir como secretario de esa cartera en 2005, le advirtió a la Asociación Rural del Uruguay que “no le iba a hacer los mandados, tal como se los hacían antes” desde ese cargo.
En oportunidad de ser abordado por EL PUEBLO, Agazzi, un docente de la Facultad de Agronomía de 69 años de edad, que mide dos metros de altura y que supo defender a la selección de básquetbol de su Paysandú natal durante su juventud, es actualmente uno de los senadores más votados en las últimas elecciones nacionales del pasado 25 de octubre.
Entre otros temas, el ex secretario de Estado defendió su gestión y la del actual gobierno.
EL ASADO
Consultado sobre quién fue el “culpable” del “asado del Pepe”, Agazzi explicó que se trató de una “viveza criolla” porque dijo “que ya habíamos acordado con los frigoríficos tener un precio más bajo en la carne mandando un asado de la punta, mandando un asado de la punta, pero no de grasa (ríe…)”.
Reconoce que en el caso del asado del pepe, la “culpa se reparte” entre el “frigorífico que lo manda, el distribuidor que no lo entregaba y el carnicero que hacía su negocio”, acusó. Y dijo que estas cosas “también pasaban con la carne picada (ríe…) en este país lo podemos establecer (a la culpa de que esto pase) entre mucha gente”.
Agazzi admite por su parte, que hay una diferencia muy grande entre lo que el país produce y la población consume. Aunque advierte que “algunas cosas las logramos, porque después del asado, nos metimos con la carne picada y le fijamos el precio, que si bien lo acordamos con los frigoríficos, le tuvimos que refrendar con un decreto para asegurarnos de que la cosa marche”.
Señaló por otra parte, que la sequía que sufrió el sector agropecuario a principios de este año fue “penosa” y admitió que de la misma “no se sale sin pagar el precio de la sequía”. Informó que Uruguay “tuvo que pagar” porque ejemplificó que una “economía que se basa en el pasto, y cuando hay una situación que establece que no haya pasto, o encarece la producción como sucedió con la lechería o la afecta como pasó la ganadería”.
Aunque sostuvo que “estoy muy contento de haber sido ministro en ese momento y de haber adoptado las decisiones que tomamos, y estoy muy contento de que el presidente de la República, que estaba muy afligido por esto haya asignado los recursos para ayudar a los productores que realmente lo necesitaban que fueron unos 10 mil de todos los departamentos del país y según ellos nos lo hicieron saber, fue una medida salvadora”.
Y aseguró que el gobierno “no solo ganó en la ración que le dio a cada uno, sino además en una experiencia organizativa que va a ser muy útil para otras cosas”. Defendió esa gestión diciendo que las primeras medidas se adoptaron en agosto del 2008 y que los reclamos recibidos durante el mes de enero fueron una manifestación válida descartando que haya intencionalidad política.
“Yo tomé las medidas necesarias que como ministro debía tomar y decreté la emergencia agropecuaria cuando tuve que hacerlo. Porque ¿qué más podía hacer?, pararme arriba de algo y hacer la danza de la lluvia. Creo que hice bien y si hubiera una situación similar me parece que haría lo mismo”, señaló.
