Con un problema bastante molesto nos encontramos, cuando por motivos de dolor, llegamos al Otorrinolaringólogo.
Es el médico que va a determinar, que va a pasar con nuestro molesto dolor de garganta, como comúnmente le llamamos y si se necesita o no, una operación.
Llegamos hasta el Dr. Carlos Albisu, para mencionarle algunas inquietudes, acerca del tema, y porque no tenemos a veces alternativas al respecto, cuando hablamos de amígdalas y cirugía:
¿Qué son las amígdalas?
Las amígdalas son dos estructuras que se encuentran en la cavidad oral, una de cada lado.

¿Para qué nos sirven?
Cuando un recién nacido inicia su crecimiento, las amígdalas se encargan de identificar los diferentes microbios que pueden estar presentes en el medio ambiente y en la cavidad oral. Al hacer esto las amígdalas dan la orden para que se empiecen a producir algunas células de defensa de nuestro organismo y por lo tanto empecemos a desarrollar nuestro propio sistema de defensa (sistema inmune).
Por suerte, las células de defensa del cuerpo no solamente se producen aquí, por lo que sí hay necesidad de retirar las amígdalas por algún motivo, el sistema de defensa nunca se verá afectado.
¿Cuáles son
estos motivos?
Existen diferentes motivos en la que podríamos sugerir que el paciente sea operado de las amígdalas (sea sometido a Amigdalectomía). Esta incluye:
Necesidad en poco tiempo de requerir cirugía.
*Que estén tan grandes que obstruyan el paso de aire, produciendo ronquido en la noche y períodos durante el sueño sin respirar (Apnea del Sueño).
*Que una amígdala esté exageradamente más crecida que la otra.
*Que en cada cuadro de infección de las amígdalas se presente fiebre muy alta y se acompañe de convulsiones.
*Que las amígdalas presenten sangrados.
*Fiebre reumática.
¿La cirugía debe ser
en forma urgente?
Existe alta probabilidad de requerir cirugía, pero no urgente, por:
*Infecciones repetitivas de la garganta y las anginas: (más de 7 infecciones en un año, más de 5 infecciones por año a lo largo de dos años, más de 3 infecciones por año a lo largo de tres años).
*Que se haya acumulado pus en la periferia de la amígdala (absceso peri amigdalino), durante alguna infección de la garganta.
*Que las amígdalas sean las causantes de mal aliento.
*Que cada vez que hay infección, resulte muy difícil el poder pasar alimentos y líquidos.
*Que se haya demostrado que constantemente está presente en la garganta el microorganismo Streptococcus B-hemolítico del Grupo A.
Generalmente, la decisión de operar las amígdalas es en conjunto con el otorrinolaringólogo y el paciente. En este caso se evalúan riesgos y beneficios de operar o no operar y tratar cada cuadro infeccioso con medicamentos.
¿Cómo se lo prepara
al paciente?
Con un examen físico e historia clínica.
Habrá que informarle al médico tratante, qué medicamentos está tomando el paciente. O sea, mantener atención, si son medicamentos, hierbas o vitaminas que haya comprado sin una receta.
¿Cómo son los días
antes a una cirugía?
Durante los diez días antes de la operación, se le puede solicitar que el individuo deje de tomar ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno, naproxeno (Aleve, Naprosyns warfarina (Coumadin) y otros medicamentos similares.
Es conveniente preguntarle al médico que lo está tratando, qué medicamentos debe tomar, aún el día de la cirugía.
En el día de la cirugía:
Se le pedirá al paciente que no beba ni coma nada durante varias horas antes de la operación.
Cualquier medicamento que le hayan recetado, que se lo beba con un sorbo pequeño de agua y no existen muchos requisitos más. Simplemente se le informará, a qué hora debe llegar al hospital o al centro donde le van a efectuar la operación.
¿Cómo es el procedimiento de la
operación de amígdalas?
Antes de la intervención se hace un estudio preoperatorio.
Las ocho horas anteriores a la intervención el paciente debe permanecer en ayunas.
La Amigdalectomía se hace bajo anestesia general, en un quirófano, con un anestesista que monitoriza en todo momento las constantes vitales del paciente. La intervención dura alrededor de unos veinte minutos.
El cirujano extrae las amígdalas a través de la boca, sin realizar incisiones en la piel. La operación se realizará con instrumentos específicos, que disecan las amígdalas extrayéndolas del lecho amigdalino. El sitio de donde las amígdalas han sido extraídas cicatriza por sí mismo en diez a catorce días.
En la mayoría de los casos el tiempo de estancia en el Hospital o Sanatorio es de 24hs. Al alta, el Otorrinolaringólogo, indicará tratamiento antibiótico en algunos casos y analgésico.
¿Por qué se realiza
el procedimiento?
Aunque las amígdalas ayudan a proteger contra infecciones, los niños con amígdalas grandes pueden tener problemas para respirar en la noche.
Las amígdalas también pueden atrapar un exceso de bacterias, lo que puede llevar con frecuencia a dolores de garganta. En cualquier caso, las amígdalas del niño se vuelven más dañinas que protectoras.
Es que en el caso de los niños, presentan absceso o crecimiento en las amígdalas.
Riesgos de la Amigdalectomía
Si hablamos de anestesia en cirugía, los riesgos son: reacción a las medicinas.
El riesgo anestésico, es igual que cualquier otra operación.
*Sangrado o Infección.
Afortunadamente, gracias a las medidas de control y los nuevos fármacos anestésicos, este riesgo es mínimo.
*Sangrado del lecho amigdalino. Se puede producir inmediatamente tras la intervención o alrededor del séptimo día de la operación, cuando la escara que cubre la zona operada se cae.
Está complicación puede minimizarse siguiendo las recomendaciones de su Otorrinolaringólogo para el post-operatorio. Cuando la hemorragia ocurre, la mayoría de las veces es escasa y cesa espontáneamente.
*Dolor intenso de garganta durante la deglución, a menudo irradiado a oídos.
Es pasajero y suele responder al tratamiento analgésico.
La Amigdalectomía no parece influir de forma negativa en la respuesta inmune (defensas) del organismo. La función de las amígdalas es suplida íntegramente por el resto de los tejidos linfáticos del organismo.
En raras ocasiones, el sangrado postquirúrgico puede ocasionar problemas serios. La deglución frecuente puede ser un signo de sangrado de las amígdalas.
Otro de los riesgos es la lesión de la úvula (velo del paladar).
Cuidados tras la intervención
Tras la operación de amígdalas, aparecen en la zona de la intervención, unas costras blanquecinas.
Estas costras no son signo de infección, sino la evolución normal de la cicatrización de la mucosa faríngea. Se debe tener mucho cuidado en que estas costras no se desprendan bruscamente para evitar el sangrado. Por ello, es conveniente:
*Reposo relativo tras la Amigdalectomía, evitando los ejercicios bruscos.
*Evitar las maniobras en la boca que puedan llevar al desprendimiento de las costras (higiene dental posterior).
*Seguir una dieta blanda fría durante dos días, que luego se hará tibia hasta pasado el noveno día en que se comenzará con dieta normal.
Hay medicamentos como la aspirina que interfieren con la coagulación, procurar evitarlos, antes y después de la intervención.
Después del procedimiento
Una Amigdalectomía a menudo se realiza en un hospital o centro quirúrgico.
El paciente, muchas veces se irá a casa el mismo día de la cirugía. Los niños rara vez necesitan quedarse mucho en el hospital en observación.
La recuperación completa tarda de una a dos semanas, aproximadamente. Durante la primera semana, se debe evitar a las personas que estén enfermas, ya que será más fácil que resulte infectado durante este tiempo.
¿Cuál es su expectativa a partir de allí?
Después de la cirugía, el número de infecciones de la garganta a menudo es más bajo, pero hay que cuidarlo, porque siendo niño, todavía puede contraer algunas.
Mary Olivera
[email protected]