Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI, desde Montevideo
Para muchos fue un accidente, para otros que se suicidó. Ocurrió en la mañana del 5 de marzo de 1988, hace treinta años atrás en Mar del Plata. La noticia conmovió a todos, había muerto Alberto Olmedo. En el momento más esplendoroso de su carrera artística, en su departamento del piso once del edificio Maral 39, se puso a caminar por la baranda del balcón, haciéndole piruetas a la vida, cayendo desde esa altura, encontrando su deceso inmediato. Esa noche para él fue con muchos excesos. Durante ese verano en la llamada «ciudad feliz» había estrenado la obra teatral «Éramos tan pobres!», y filmado junto a Jorge Porcel, la película «Atracción peculiar», que se estrenó el 3 de marzo de ese año. Sin embargo, Olmedo jamás llegó a verla ya que dos días más tarde partió rumbo al cielo. Nancy Herrera, su pareja, presenció la tragedia, siendo la única presente junto al capo cómico. No obstante, la hipótesis principal sobre su abrupta desaparición fue que estaba drogado y alcoholizado, y que, jugando bajo esos efectos se trepó peligrosamente a aquella fatídica baranda del balcón, perdiendo el equilibrio, cayendo hacia el lado de la calle. En ese momento trató de sostenerlo Herrera, pero realmente no pudo en el intento, cayendo de manera precipitada al vacío. La madre de Alberto Olmedo, Matilde, se encontraba en esos momentos visitando a su hija en la provincia de La Rioja. y al enterarse del lamentable deceso de Alberto, sufrió un ataque cardíaco dejando de existir a los 79 años.
AMBIENTE ARTÍSTICO DE LUTO
Ante la desaparición física de Omedo, Argentina toda enmudeció, siendo uno de los actores más queridos de todos los tiempos por el gran público. El ambiente artístico decretó duelo por cinco días, no habiendo consuelo ante la pérdida del total referente del humor. Jorge Porcel, su compañero de tantos filmes, protagonizó solamente una cinta más en Argentina -«El profesor Punk»- estrenándola cuatro meses más tarde en julio de 1988, teniendo en el final una dedicatoria especial a su amigo, con la imagen de la última escena que compartieron en «Atracción peculiar». Se dice que Porcel se habría afincado luego en Miami, porque quedó profundamente conmovido por el desenlace de Olmedo. Ante la desaparición del «Negro» comenzó a ser considerado un humorista de culto, celebrándose homenajes en su Rosario natal y en el resto de Argentina. Fito Páez, nacido también en la ciudad de Rosario, le dedicó el emotivo «Tema de Piluso», perteneciente al disco «Circo Beat» aparecido en 1995. También hace referencia al fenómeno del humor en otras canciones: «Tercer mundo» en donde se puede escuchar un diálogo entre «Alvarez y el Manosanta», perteneciente al filme «El manosanta está cargado».
LLEGÓ A LA CAPITAL SIN TRABAJO
Alberto Orlando Olmedo nació en Rosario, Santa Fé, el 24 de agosto de 1933, llegando a Buenos Aires sin trabajo. Pasando hambre recaló en el viejo canal 7 estatal, cumpliendo funciones de microfonista. Su forma de ser, alegre y bromista todo el tiempo, le fue moldeando su propio personaje, “El capitán Piluso”, haciendo divertir a chicos y grandes, por Canal 9, Libertad, a partir de 1960. El asunto no culminó ahí, la siguió peleando en “Operación Ja-ja”, “Un verano con Olmedo”, “El chupete”, y “No toca botón”, siendo muy preferido por los hermanos productores y guionistas Hugo y Gerardo Sofovich. Entre sus célebres personajes figuran: Rogelio Roldán, Rucucu, Cabecita negra, Empleado Pérez, Mayordomo Perkins, Yeneral González, Guapo Piolín, Nicky Longo; dejando frases inolvidables: «Éramos tannn pobres!», «No toca botón!», «Y si no me tienen fé!, «De acaaaaaaá!», «¡Ruuu cu cuu!», «¿Me trajiste a la nena?», «Adianchi, adianchi», «Poniendo estaba la gansa!», «Si la vamo a hacer, la vamo a hacer bien…», «El diablo se apoderó de eu», «Hay efectivo», «Es lo que hay…», «Siempre que llovío paró»…
MAR DEL PLATA, BUENOS AIRES y ROSARIO
En Mar del Plata a metros del edicio del terrible accidente, existe un monumento de bronce que lo recuerda, en un paseo obligado de los turistas que se reencuentran para fotografiarse junto a su efigie. En noviembre de 2011 se inauguró una estatua en Buenos Aires, en la esquina de Corrientes y Uruguay, donde Olmedo junto a Javier Portales se encuentran como lo hacían en la tele, como Borges y Alvarez sentados en un sillón. En Rosario es homenajeado con una escultura de bronce. Más allá de la nostalgia.