«Se puede llegar a agredir personas, como si enfermarse fuera un delito»
Como es sabido, desde la Universidad de la República, a través de un equipo de dieciséis personas con formación en diferentes áreas del conocimiento, se vienen llevado adelante importantes estudios e investigaciones en torno al Coronavirus. Una vez más EL PUEBLO dialogó días pasados con el Dr. en Sociología Juan Romero, uno de los referentes de estos trabajos, quien subrayó algunos datos de sus últimos estudios. En primer lugar se refirió a tres puntos que se desprenden de la investigación:

1-«Lo que le pasa a un salteño con Covid no es nada diferente a lo que le ocurre a un madrileño, a un newyorkino o alguien de San Pablo o Buenos Aires. Hay una circulación baja del virus y circulación baja de asintomáticos».
2- «Encontramos que la duración de los anticuerpos ha sido mayor que lo que algunos laboratorios en principio decían; decían que era de tres o seis meses, y nosotros encontramos que es más tiempo. Pero eso no es una exclusividad de los salteños, en otros estudios también está apareciendo que están durando más tiempo del previsto los anticuerpos que generan la infección por Covid».
3-«Encontramos básicamente dos grandes grupos sociales: los Proactivos a las medidas de prevención y cuidado, y los Reactivos a las medidas de prevención y cuidado. Aunque ya podríamos agregar también: a la vacunación».
-¿Qué son los Proactivos y los Reactivos?
Proactivos son aquellos que en líneas generales están siendo cuidadosos, preventivos, hacen caso a las medidas que se han dado desde el Ministerio de Salud Pública. Los más cuidadosos de los otros y de sí mismos. Acá ubicamos también a los grupos que quieren vacunarse cuando lleguen las vacunas, cualquiera fuese la vacuna, de hecho todas han demostrado que son confiables. Es el grupo que sigue las orientaciones. Otro grupo social son los Reactivos, que no es menor, y que es todo lo contrario. En este grupo hay una actitud racional de no cuidarse, de no hacer caso, de decir «hago la mía», «hago mi fiesta».
Nosotros queremos estudiar cuáles son los patrones, qué es lo que une a esas personas. Ya descartamos el nivel socio económico. De los extremos sociales, es decir tanto ricos como pobres, encontrás tanto en un grupo como en otro. Por eso no es una cuestión de riquezas. Nuestra idea es profundizar y ahondar en esos temas.
-Hace unos meses ustedes hablaban de «zonas rojas» para la propagación del Covid en Salto. ¿Qué puede decir ahora?
Más que zonas rojas, hablamos de zonas de supuesta alta y zonas de supuesta baja prevalencia. Nosotros encontramos asintomáticos en zonas de alta prevalencia, que eran instituciones de salud y bagashopping, y áreas de influencia. Intuíamos que iba a ocurrir (contagios) y ocurrió. Justamente los brotes empezaron a darse en instituciones de salud. Era una dinámica esperable. Todo el resto de la ciudad es zona de baja prevalencia, y eso sí sorprendió, que surgieran casos en esas zonas.
-Insisten mucho con el tema Asintomáticos y su circulación…
Sí, sabemos que el virus circula en la ciudad y la gente no lo sabe, muchos deben estar enfermándose ahora y no lo saben. Eso es una virtud que tiene este virus, la de sobrevivir sin que te des cuenta, ha encontrado la forma que nuestro sistema inmunológico no lo detecte. El virus busca seres humanos, no si sos rico o pobre, o más educado o menos educado. Logra meterse en el cuerpo, no generar síntomas, y entonces se cursa la enfermedad, el cuerpo reacciona y te sanás. Esas personas tienen la mejor vacuna, que es la que generó su propio cuerpo.
-Hay quienes hablan hasta de cierta discriminación hacia quien se contagia, ¿qué puede decir sobre ello desde lo sociológico?
A nivel social encontramos la estigmatización y también desinformación sobre el virus, más de un tercio de la población, es decir unos 30.000 o 35.000 personas en Salto pueden llegar a perseguir a las personas contagiadas, pueden llegar a agredirlas, como si la persona se enfermara a propósito, o como si enfermarse fuera un delito.