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miércoles, 11 de junio de 2025
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“Los dirigentes políticos no saben cómo funciona en la realidad un medio”

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Diario EL PUEBLO digital
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Entrevista a Edison Lanza

EntrevistaEdison Lanza es periodista, abogado, docente, un activista en el acceso a la información pública como un derecho humano imprescindible, por lo que estuvo en nuestra ciudad en una jornada informativa sobre la Ley 18.381, y en un alto de dicha actividad, dialogó sobre el periodismo uruguayo con EL PUEBLO.

– ¿En Uruguay es fácil el acceso a la información?

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– En el país hoy las personas cuentan con una herramienta jurídica ciudadana para hacer efectivo el derecho de acceso a la información pública, como la ley de acceso a la información pública que fue aprobada en 2008 y que ya tiene un recorrido en la historia reciente y comienza a ser incorporada por los organismos públicos. Ahora, siempre va a existir en el poder o en la burocracia gente que quiera ocultar información que es de naturaleza pública, por lo tanto, siempre pueden surgir obstáculos y complicaciones. Hoy creo que lo bueno es que sabemos que la ley de acceso funciona, sus instituciones y herramientas son fáciles de utilizar para los ciudadanos y pueden ejercer el derecho.

– Esta especie de cruzada que se ha impuesto en defensa del libre acceso a la información pública, ¿viene de su vocación como periodista o como abogado?

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– Creo que es el cruce de las dos cosas, por un lado llevo veinte años dentro del periodismo, obviamente uno aprende que la información es poder, es liberadora y la información empodera a los ciudadanos. Por otro lado, tempranamente, allá por la década del 90 me di cuenta que Uruguay tenía unas carencias jurídicas e institucionales muy grandes en la protección de estos derechos. Además, si uno mira a las sociedades más desarrolladas y menos corruptas, son las que tienen instituciones jurídicas de este tipo desde hace más años y funcionando efectivamente. Suecia por ejemplo, que es la sociedad con menos corrupción y con más desarrollo humano tiene una ley de acceso desde 1760. Entonces digo, quienes estudiamos en la Universidad de la República debemos devolver al país algo de todo lo que nos ha dado, por eso somos abogados y trabajamos en el tema de la información, en este tipo de herramientas es decir, una ley de acceso a la información pública, una ley de archivos, en instituciones públicas que respeten estos derechos. Obviamente, son procesos largos, maratónicos, capaz que no los veo yo pero por lo menos creo que en los últimos dos o tres años avanzamos un montón, hemos dado un paso que pienso será muy difícil de retroceder.

– Comenzó en el periodismo muy joven, a los 18 años de edad, ¿de dónde surgió esa vocación temprana y tan firme?

– Creo que por mi curiosidad, por el derecho a saber, siempre fui un tipo curioso, en casa se leía mucho, los diarios siempre estaban arriba de la mesa, libros de historia, se discutía mucho de política, vengo de una generación muy politizada, mi padre era militante de izquierda, salíamos de la dictadura, entonces, tenía una gran curiosidad por eso, y bueno, por suerte pude cumplir con las dos vocaciones. Aquella época no era tan clara como hoy, no había la cantidad de escuelas de periodismo que hay hoy, entonces fue hacer un curso y meterse en una redacción y aprender adentro de ella, soy periodista de esa vieja guardia.

– Ha trabajado en varios medios, Posdata, El Observador, La República, ahora está en Búsqueda, ¿cómo se vive aquello que por el medio en el que trabaja se lo etiqueta como periodista de izquierda o de derecha, oficialista u opositor?

– Estoy acostumbrado. Cuando uno cubre cuestiones políticas, y en Uruguay, que tenemos una tradición de prensa partidaria que en un momento fue muy importante, tampoco vamos a negar que la prensa partidaria formó parte de la esencia del periodismo nacional, El Día, El Plata, El Popular, El Sol, El País, El Bien Público, digamos, creo que a veces los dirigentes políticos no saben cómo funciona en la realidad un medio, piensan que ahora funciona como en aquella época, entonces uno encuentra a veces cuestionamientos ridículos porque bueno, el que es periodista profesional se dedica al periodismo en forma independiente y no trabaja para una causa o para un partido. Ahora, eso dicho desde un lado, por otro lado los medios tienen sus líneas editoriales, algunos tienen su línea partidaria, y eso también genera una personalidad en el medio, eso tampoco lo podemos negar, no todos los medios son totalmente independientes en su línea editorial de las tendencias ideológicas y de las tendencias partidarias, hay otros que si.

– En estos momentos se está presentando un debate casi existencial en medios europeos, cuando un periodista tiene su propio blog en internet y lo que piensa y escribe no siempre es afín a la línea editorial del medio en el que trabaja, estos cuestionamientos, ¿se están planteando en Uruguay?

– Ese es todo un tema complejo, el tema de las redes sociales, los blogs, las nuevas tecnologías porque por un lado el periodista tiene más posibilidades de difundir, pienso que eso es un antídoto contra la censura interna en los medios porque si en algún medio se les ocurre censurar a un periodista, luego lo puede publicar en el blog o en alguna red social. También es cierto que el periodista tiene que cuidarse del uso que hace de la red social, porque en definitiva tampoco está bueno que como periodista profesional independiente en la red social diga “yo estoy con esta causa y estoy con estas ideas políticas” porque pierde imparcialidad. A ver, es la esencia del periodismo, estás cerca del poder, estás investigando cosas, estás haciendo una tarea muy importante para la sociedad, ahora, también tenés restricciones porque si salís diciendo que sos del partido tal y estoy de acuerdo con esta idea y no lo estoy con la otra, bueno, tú mismo estás auto limitando tu independencia. Entonces, hay que tener cuidado con el manejo de las redes sociales.

En cuanto a lo otro, no lo veo tan grave porque en definitiva, yo trabajo en un medio que tiene su línea editorial y no escribo editoriales, soy un cronista, un redactor, escribo noticias, información sobre hechos, y no escribo editoriales porque no soy parte de la línea editorial, soy un periodista al que le pagan por conseguir información, por lo tanto, por ahí podría escribir opiniones sobre los hechos políticos cuidándome de no caer en el partidismo.

– Como abogado ha tenido que defender a periodistas ante demandas de difamación e injurias, ¿cómo es estar de ese lado del mostrador, defendiendo a periodistas por tener determinada línea editorial?

– Llevo varios años en eso y para mí es un placer, un honor defender a periodistas de mi país que en la mayor parte de las veces son atacados injustamente con el arma de la sanción penal, por informar profesionalmente sobre hechos de corrupción o sobre hechos que al poder no le gusta que se divulgue, es una cosa que me gusta mucho. Por otro lado, el haber contribuido a partir de toda esa experiencia al cambio de la ley de prensa, que fue producto de un caso que llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el caso (Carlos) Dogliani, que empezó en Uruguay y que terminó allá y que la Comisión obligó a Uruguay a cambiar la ley. Participamos en el equipo que redactó la nueva ley de prensa contra los delitos de comunicación a partir de la cual el que denuncia tiene que probar que el periodista publicó algo falso con real malicia, o sea, sabiendo que era falso.

– El que defienda a periodistas como abogado, ¿le cierra oportunidades de trabajo?

– Y bueno, si, esos son riesgos que uno asume como cuando defiende derechos, o sea, está claro que hay mucha gente que no le gusta. De hecho, no defiendo en general a gente que quiere denunciar a periodistas, me han ofrecido casos para denunciar a periodistas pero la verdad, siempre prefiero estar de este lado del mostrador. Está bien que todos tengan derecho a una defensa, pero yo también tengo derecho a decir que no voy a enjuiciar a periodistas porque no creo que los temas de libertad de expresión se resuelvan en un juzgado penal. No creo que la gente por ejercer el derecho a la libertad de expresión tenga que terminar presa. Por eso nunca voy a agarrar un caso para meter preso a un periodista.

– ¿Hay censura a los periodistas en Uruguay?

– No, censura explícita no hay. Lo que pasa es que la libertad de expresión implica un sistema de responsabilidades y de libertades garantizadas por el Estado. Entonces, hay otro tema que acabamos de empezar a trabajar en el país después de mucho tiempo que refiere a la concentración de medios, es decir, en Uruguay durante mucho tiempo, y eso si es un mecanismo de censura indirecta, se asignaron frecuencias a radios y televisión a amigos políticos o a los grupos empresariales que ya estaban en el medio y además se les daba publicidad oficial de forma arbitraria. Eso lo tenemos que regular de otra forma, con otras leyes que garanticen transparencia, equidad, y que aparte frenen la concentración. Ahora viene la televisión y la radio digital, vamos a tener que cuatriplicar las frecuencias, ojo al gol con eso, que no pase otra vez como pasó en décadas pasadas de que los mismos terminen teniendo todas las frecuencias, porque eso va en contra de la diversidad, contra la pluralidad, y eso también favorece la censura o la autocensura.

– ¿En Uruguay hay temas tabú que no se pueden tocar? Por ejemplo, el caso del periodista argentino Jorge Lanata que hacía un programa en Canal 12 de Montevideo y anunció que comenzaría un ciclo para hablar de los intocables en nuestro país y le levantaron el programa, usted fue su abogado.

– Sí, exacto. Pienso que por nuestra pequeñez, idiosincrasia, a veces hasta porque uno no le puede pedir a un periodista que se inmole y que pierda el trabajo. No se olvide que ese caso de Lanata todos los periodistas que trabajaban en ese programa se quedaron sin trabajo y nadie se preocupó. Eso genera que haya gente que es muy poderosa que maneja recursos públicos y que maneja relaciones con el poder político que en Uruguay no se informa bien sobre esos temas. Por ahí, estamos terminando una idea con un conjunto de periodistas de hacer eso por afuera de los medios, es decir, escribir a partir de una colección de libros sobre los poderosos del Uruguay. O sea, pienso que hay que buscar mecanismos creativos para informar, WikiLeaks es un mecanismo creativo.

– Como docente, ¿cómo piensa que es el periodismo en nuestro país?

– Los periodistas hacen una muy buena tarea, generan la agenda informativa del Uruguay, que surge en las redacciones de diarios y semanarios en formato papel todavía, tanto en Montevideo como en el interior, y por tanto es algo que el gobierno tendría que generar políticas para preservar. El día que el temporal de internet arrase con las redacciones, quiero ver quién hará la agenda en este país con calidad, es decir, si uno ve los grandes temas que están arriba de la mesa en materia de investigación, los temas polémicos, son generados en los diarios, eso es una cosa, creo que ahí, con los pocos recursos que tienen, hacen mucha cosa. Me gustaría que hubiera más periodismo de investigación, con mayor profundidad y calidad, pero también soy conciente que un diario hoy es el que lleva la parte menor de la torta publicitaria y que tiene que bancar una redacción grande.

En televisión, tenemos un problema de calidad periodística, notoriamente los grandes medios de televisión han apostado a una cosa distinta al periodismo de calidad, por eso es bueno ahora que viene la televisión digital controlar a quienes se les va a otorgar la frecuencia, ¿a los mismos de siempre? Seguramente van a estar ahí, pero tienen que abrir otras opciones, el ciudadano tiene que tener otras opciones donde se apueste más al periodismo de calidad, a la competencia, a darle mayor información a la gente, creo que ahí tenemos un déficit importante. En general, creo que nos falta un sistema de capacitación permanente para los periodistas.

Entrevista de Leonardo Silva

 

Perfil de Edison Lanza

Casado con Andrea, con quien tiene un hijo, Bruno, de 9 años. Es del signo de Piscis. De niño quería ser jugador de basketball, periodista y abogado. Es hincha de Atenas y de Peñarol.

Le gusta mucho las pastas, como “los canelones o ravioles con una buena salsa”. “Jugar al basketball con un grupo de veteranos” en Atenas es su hobby.

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