El arte de la comunicación.
En el fútbol y en la vida. En el plano de las relaciones humanas, no existen mayores secretos. El contacto, la comunicación, las redes tendidas, el saber quien es quien para plantar banderas si de objetivos se trata.
De años a esta parte en el fútbol salteño, tres palabras parecen ejercer su propio e inapelable gobierno: “no se puede”. Sobre todo, en tiempos no tan lejanos de selección, definir partidos previos, poco menos que un camino empedrado, a contramano, inaccesible.
La ausencia de comunicación, por sobre todo. Los neutrales de entonces, para concertar un partido con un equipo de Concordia…¡llamaban por teléfono!.
Nunca un diálogo en directo, para afianzar los vínculos.
Nunca.
Solo voces a la distancia.
Por eso, es que en los últimos años, la dirigencia del fútbol salteño ha permanecido al margen de esa cuestión básica de relacionamiento.
DESDE CÁCERES …AHORA
Unas semanas atrás, cuando Domingo Rufino Cáceres asumió la condición de Director Deportivo Artigas. Ya en la víspera, los concordienses de Sportivo Las Heras jugando en Salto ante D. Artigas. En este caso, la consecuencia misma de los contactos de Cáceres.
De su bagaje, de su experiencia, pero también “del dar la cara”.
Ir y saludar. Ir y presentarse. Ir y hablar.
Ir, ir, ir… no hay otra. No hay vuelta.
No hay de retoques conceptuales para arribar a la conclusión: ES LA RAZON DE LA COMUNICACIÓN.
Pero además, el “Bomba” deja en claro que se puede, porque además quiere. Entonces, en el plano directriz, ¿no se puede o no se quiere?.
A veces no se entiende a cabalidad, LO QUE ES SALTO COMO PLAZA, lo que implica su sola enunciación, a despecho del contenido de su propuesta a diferentes niveles.
El fútbol a veces, no le saca jugó a Salto-ciudad!.
Ese es el punto esencial. Esa es la raíz de la paradoja.
La paradoja vive y colea.
Y que viva tanto, a veces no es triste: es trágico.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-