«Kingsman, el servicio secreto”, es una de James Bond pero como las de antes. «Siento que estoy en el film que me pasaba viendo durante mi infancia. Estuvimos esperando toda la vida para hacerla», dijo Colin Firth durante la presentación de esta película, mencionando la similitud con «aquellas historias de espías que no te deprimían».
«Me cansé de esperar a que me llamaran para hacer de Bond», dijo el ganador del Oscar por “El discurso del rey” (2010). Resignado a no ser el más famoso espía al servicio de su Majestad, cuando le propusieron protagonizar Kingsman no lo dudó, aunque eso implicara seis meses de entrenamiento para lograr ser convincente como una máquina de matar y no el tipo cuyo papel más físico hasta ahora había sido «tirar del pelo a Hugh Grant». Y a pesar del escepticismo propio y de lo demás, Firth logró su objetivo.
En la película, el actor reconocido por sus personajes románticos, interpreta a Harry Hart, un agente secreto que sin perder la compostura ni despeinarse demasiado es capaz de contener y golpear a un grupo de irrespetuosos gángsters de barrio. O de dar rienda suelta a su habilidad para el exterminio en una de las escenas más irreverentes de un film que está lleno de ellas.
«Me puse a estudiar todas esas viejas películas, especialmente las de James Bond. Y en todas descubrí que lo que yo necesitaba era empujar los límites de cómo contamos las historias hoy para divertirnos un poco más. Kingsman está pensada para divertirnos. Estamos pasando momentos duros en todo el mundo en la actualidad y la idea acá es brindar dos horas en las que te puedas olvidar de todo», afirmó Matthew Vaughn, el director de este film.
«La gente quiere divertirse. Ese escapismo del momento. Un buen ejemplo es el éxito de Guardianes de la galaxia. Creo que Christopher Nolan y su trilogía de Batman inspiraron a un tipo de superhéroe muy oscuro y deprimente. Y me parece que el público ya tuvo suficiente de eso», agregó Vaughn.
Pero mientras Harry Hart y sus colegas intentan defender al mundo del malvado y poderoso villano, también deben ocuparse de salvar su propia organización buscando nuevos reclutas capaces de seguir la tradición de británicos caballeros espías.
LA DAMA DE NEGRO 2
Un grupo de ocho niños, evacuados de Londres durante la Segunda Guerra Mundial y liderados por la directora Jean Hogg y la joven maestra Eve Parkins, llegan a Crythin Gifford, un pueblo rural abandonado. Su destino es la casa Eel Marsh, ahora en ruinas, situada en una isla separada de tierra firme por Nine Lives Causeway, un camino empantanado.
Mientras buscan refugio lejos del terror de la guerra, de inmediato la presencia de estos nuevos habitantes despierta una fuerza malévola que durante décadas ha mantenido embrujado a este imponente y aislado edificio. De las tinieblas y mientras los chicos juegan, aflora el espíritu vengador de La Dama de Negro.
EL CÓDIGO ENIGMA
Se trata de una película conmovedora que humaniza la figura del británico Alan Turing, un matemático criptoanalista que inventó un aparato capaz de descifrar los códigos de la máquina Enigma, de la Alemania Nazi, con el objetivo de apoyar a su país en la Segunda Guerra Mundial.
Desde el principio del largometraje, se puede destacar la bella banda sonora compuesta por el francés Alexandre Desplat. Nos sitúa de esta forma en el Reino Unido de 1952, época en la que procesan a Alan Turing por ser homosexual. Al ser capturado, relata parte de su historia.
Recuerda sus tiempos en la mansión de Bletchley Park (Reino Unido) cuando corrían los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Este lugar se constituye en una especie de cuartel ultrasecreto de comunicaciones gubernamental en donde matemáticos e intelectuales buscan descifrar los códigos de la máquina Enigma, con la cual los nazis mantenían en secreto sus comunicaciones.
Los mensajes encriptados serán descifrados por un grupo encabezado por Turing, quien recibe apoyo del gobierno -representado por el primer ministro Winston Churchill. Al joven (que no se considera nada extraordinario desde un principio) lo acompaña además la agradable Joan Clarke (Keira Knightley), quien se distingue por ser su soporte emocional. Ambos incluso llegan a comprometerse. Pero esta relación se eclipsa cuando el matemático revela su homosexualidad. Una confesión peligrosa que determinará su futuro.
«Kingsman, el servicio secreto”, es una de James Bond pero como las de antes. «Siento que estoy en el film que me pasaba viendo durante mi infancia. Estuvimos esperando toda la vida para hacerla», dijo Colin Firth durante la presentación de esta película, mencionando la similitud con «aquellas historias de espías que no te deprimían».
«Me cansé de esperar a que me llamaran para hacer de Bond», dijo el ganador del Oscar por “El discurso del rey” (2010). Resignado a
no ser el más famoso espía al servicio de su Majestad, cuando le propusieron protagonizar Kingsman no lo dudó, aunque eso implicara seis meses de entrenamiento para lograr ser convincente como una máquina de matar y no el tipo cuyo papel más físico hasta ahora había sido «tirar del pelo a Hugh Grant». Y a pesar del escepticismo propio y de lo demás, Firth logró su objetivo.
En la película, el actor reconocido por sus personajes románticos, interpreta a Harry Hart, un agente secreto que sin perder la compostura ni despeinarse demasiado es capaz de contener y golpear a un grupo de irrespetuosos gángsters de barrio. O de dar rienda suelta a su habilidad para el exterminio en una de las escenas más irreverentes de un film que está lleno de ellas.
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«Me puse a estudiar todas esas viejas películas, especialmente las de James Bond. Y en todas descubrí que lo que yo necesitaba era empujar los límites de cómo contamos las historias hoy para divertirnos un poco más. Kingsman está pensada para divertirnos. Estamos pasando momentos duros en todo el mundo en la actualidad y la idea acá es brindar dos horas en las que te puedas olvidar de todo», afirmó Matthew Vaughn, el director de este film.
«La gente quiere divertirse. Ese escapismo del momento. Un buen ejemplo es el éxito de Guardianes de la galaxia. Creo que Christopher Nolan y su trilogía de Batman inspiraron a un tipo de superhéroe muy oscuro y deprimente. Y me parece que el público ya tuvo suficiente de eso», agregó Vaughn.
Pero mientras Harry Hart y sus colegas intentan defender al mundo del malvado y poderoso villano, también deben ocuparse de salvar su propia organización buscando nuevos reclutas capaces de seguir la tradición de británicos caballeros espías.
LA DAMA DE NEGRO 2
Un grupo de ocho niños, evacuados de Londres durante la Segunda Guerra Mundial y liderados por la directora Jean Hogg y la joven maestra Eve Parkins, llegan a Crythin Gifford, un pueblo rural abandonado. Su destino es la casa Eel Marsh, ahora en ruinas, situada en una isla separada de tierra firme por Nine Lives Causeway, un camino empantanado.
Mientras buscan refugio lejos del terror de la guerra, de inmediato la presencia de estos nuevos habitantes despierta una fuerza malévola que durante décadas ha mantenido embrujado a este imponente y aislado edificio. De las tinieblas y mientras los chicos juegan, aflora el espíritu vengador de La Dama de Negro.
EL CÓDIGO ENIGMA
Se trata de una película conmovedora que humaniza la figura del británico Alan Turing, un matemático criptoanalista que inventó un aparato capaz de descifrar los códigos de la máquina Enigma, de la Alemania Nazi, con el objetivo de apoyar a su país en la Segunda Guerra Mundial.
Desde el principio del largometraje, se puede destacar la bella banda sonora compuesta por el francés Alexandre Desplat. Nos sitúa de esta forma en el Reino Unido de 1952, época en la que procesan a Alan Turing por ser homosexual. Al ser capturado, relata parte de su historia.
Recuerda sus tiempos en la mansión de Bletchley Park (Reino Unido) cuando corrían los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Este lugar se constituye en una especie de cuartel ultrasecreto de comunicaciones gubernamental en donde matemáticos e intelectuales buscan descifrar los códigos de la máquina Enigma, con la cual los nazis mantenían en secreto sus comunicaciones.
Los mensajes encriptados serán descifrados por un grupo encabezado por Turing, quien recibe apoyo del gobierno -representado por el primer ministro Winston Churchill. Al joven (que no se considera nada extraordinario desde un principio) lo acompaña además la agradable Joan Clarke (Keira Knightley), quien se distingue por ser su soporte emocional. Ambos incluso llegan a comprometerse. Pero esta relación se eclipsa cuando el matemático revela su homosexualidad. Una confesión peligrosa que determinará su futuro.
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