La Administración Nacional de Educación Pública y el Centro Ceibal editaron el libro “Aprendizaje abierto y aprendizaje flexible más allá de formatos y espacios tradicionales”, un trabajo que aborda, entre otros temas, las escuelas nodo, el trabajo colaborativo del profesorado, tecnologías y aprendizaje en red
“Aprendizaje abierto y aprendizaje flexible más allá de formatos y espacios tradicionales” es el título del libro que fue presentado recientemente por el Director de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC)
El objetivo es que el trabajo llegue a todo el país para provocar la discusión y el diálogo en la comunidad educativa y con la sociedad.
APRENDIZAJE ABIERTO
Y FLEXIBLE
Algunos de los temas abordados en esta publicación son las escuelas nodo, aprendizaje distribuido y trabajo colaborativo del profesorado, comunidades de aprendizaje, innovación, conocimiento y tecnologías y aprendizaje en red.
También se profundiza en el aprendizaje colaborativo, dispositivos híbridos y pedagogía, entornos virtuales de aprendizaje, interacción del mundo físico con el mundo digital y dispositivos tecno pedagógicos en línea como medios interactivos para aprender.
El libro se enfoca en la utilidad de la videoconferencia y de los espacios virtuales partiendo desde la experiencia del Plan Ceibal, la enseñanza de inglés por videoconferencia en Educación Primaria, la televisión interactiva, la evaluación en la educación actual y de los aprendizajes en línea en clave de innovación y fichas de proyectos de aprendizajes y tecnologías en el contexto uruguayo.
La sociedad se ha transformado radicalmente en los últimos veinte años, y las tecnologías de la información y la comunicación han tenido mucho que ver con ello.
Las dimensiones de espacio y tiempo, y los conceptos de comunicación e información se han modificado a tal punto que han impactado en el trabajo, las relaciones sociales y la vida cotidiana.
Sin embargo, a la par que las tecnologías modificaron grandemente la vida de las sociedades, las relaciones laborales y hasta el poder, su incorporación produjo nuevas desigualdades sociales.
Fundamentalmente desigualdad en las oportunidades de uso y aprovechamiento de estas tecnologías.
Es lo que se ha denominado brecha digital en el doble aspecto de acceso y uso; no solo brecha tecnológica, sino
–sobre todo– brecha del conocimiento. El Plan CEIBAL en Uruguay se propuso superar esta desigualdad y en apenas seis años disminuyó la brecha de acceso de manera contundente.
En la actualidad, los sectores de menores ingresos tienen casi las mismas posibilidades de acceder a una computadora que los sectores más ricos.
Antes del año 2007, la distancia era de 1 a 11, ahora es de 9 a 11. Es claro que esto no significa haber resuelto la brecha digital concebida integralmente (acceso, uso, aprovechamiento), pero es el punto de partida indispensable.
El Plan Ceibal es un comienzo, no un fin. Es el comienzo para generar igualdad de oportunidades y el principio de una transformación educativa a través del uso de las tecnologías.
El comienzo para lograr una mayor igualdad en el acceso, aprovechamiento y en la generación de oportunidades para la creación de conocimiento.
Los adelantos tecnológicos rara vez han significado cambios radicales en la educación.
Durante el siglo XX, la mayoría de estos cambios se produjeron sin que la educación sufriera modificaciones sustanciales.
Aún con la incorporación de tecnologías, el sistema educativo no se modificó ni las utilizó para su transformación.
Sin embargo, Ceibal produce una situación muy diferente.
En Uruguay ya no se discute acerca de la importancia de incorporar las tecnologías a la educación y cómo hacerlo.
Las tecnologías ya están en las instituciones educativas, y en manos de alumnos y docentes.
La reflexión y el intercambio se producen acerca de cómo utilizar las posibilidades que estas tecnologías ofrecen.
En todo caso, el debate está dirigido a la forma en que se pueden aprovechar más y mejor estas tecnologías para enseñar y aprender (Luis Garibaldi).