– Diariamente se producen alrededor de 8 millones de descargas eléctricas en la atmósfera.
– El riesgo es muy superior en el ámbito rural que en el urbano
La imprecación que siempre se dijo como una especie de maldición, con pocas posibilidades de hacerse realidad, este verano, a la luz de la cantidad y sobre todo del daño provocado por las descargas eléctricas provenientes de la atmósfera, tiene una connotación de mayor fuerza al menos, aunque una especialista en la materia consultada por EL PUEBLO, afirma que la cantidad de descargas eléctricas que se dan en el presente verano no tiene nada de inusual. Los daños, en varios casos letales que se han dado habría que explicarlos por el lado de las imprudencias o imprevisiones al menos de las personas.
Diariamente se producen sobre el planeta más de ocho millones de rayos y la tasa de morbi mortalidad por esta causa esínfima. De las personas alcanzadas por un rayo aproximadamente un 30 por ciento muere y el resto queda con secuelas permanente por la descarga recibida.
En la mayoría de los casos el desconocimiento del riesgo que se corre y del que no suele alertarse – quizás por la baja probabilidad de ser alcanzado por una descarga – es el factor desencadenante de las tragedias. Salto ha sido golpeado en los últimos tiempos y las víctimas coterráneas más frecuentes han sido alcanzadas en el Sur, al contrario de lo que ha sido más frecuente en el departamento, que es que haya víctimas de rayos alcanzados en el campo.
En el presente informe nos abocamos al tema. Además de consultar a la Lic. Madeleine Renom, Directora de la Unidad de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias, quien explica que es imposible predecir la caída de un rayo, reseñamos los principales episodios ocurridos en la región en los últimos años y algunas recomendaciones prácticas.
Lic. Madeleine Renom
Un fenómeno que se incrementa en verano y “es imposible predecir la caída de un rayo”
La Lic. Madeleine Renom. Directora de la Unidad de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias, precisamente explicó el fenómeno de las tormentas y si en ellos incide o no el cambio climático.
“Es un evento que normalmente se incrementa en verano; la atmósfera está más caliente; se cumple un proceso que generalmente ocasiona las tormentas nubes convectivas como son las cumulonimbus… se generan descargas eléctricas mucho más importantes.
De hecho, uno ve la climatología de descargas eléctricas; la zona de Uruguay y el este de Argentina (la Pampa) son zonas de mucha actividad eléctrica”.
La especialista sostiene que hay que tener especial cuidado cuando se presenta el evento.
Uno puede escuchar el trueno, lo que nos indica que la tormenta está suficientemente cerca pues el sonido viaja a menor velocidad que la luz.
“Lo que hay que tener es la precaución de resguardarse porque es imposible saber dónde y cuándo va a caer un rayo… es una necesidad que presenta la nube de buscar un canal de descarga sobre superficie.
El primer punto que va a buscar va a ser en los lugares más altos, entonces esas descargas son muy fuertes… se habla más o menos de 30.000 ampers.
Madeleine Renom deja en claro que estos eventos no se relacionan con el cambio climático.
MORBIMORTALIDAD POR CAÍDA DE RAYOS
Diariamente en el mundo se producen unas 44.000 tormentas y se generan más de 8 millones de rayos según el sistema de detección mundial de meteorología.
La caída de un rayo a tierra es una de las amenazas más serias derivadas de una tormenta.
Se produce cuando la diferencia de potencial entre la nube y la tierra supera la capacidad aislante del aire.
El peligro puede no ser aparente: se dan casos de caída de rayos a más de 20 km de distancia del lugar en que descarga la tormenta.
Aproximadamente el 30% de las personas alcanzadas por un rayo mueren, y el 74% de los supervivientes quedan con discapacidades permanentes.
La probabilidad de ser alcanzado por un rayo es mucho mayor en el medio rural que en el urbano.
Los altos edificios con estructura metálica protegen las zonas adyacentes y derivan a tierra la descarga eléctrica, al igual que los pararrayos.
En el campo, los árboles, en particular los muy altos y aislados atraen especialmente a los rayos.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTE LAS TORMENTAS
En el campo, si se van a realizar actividades al aire libre, conviene prestar atención a los partes meteorológicos durante la temporada en que son más frecuentes las tormentas.
Observar si el cielo se oscurece, si pueden verse relámpagos, si el viento arrecia o si se escuchan truenos.
En tal caso conviene dirigirse inmediatamente a un lugar seguro.
Desistir de hacer cumbre o terminar una ruta en el caso de que veamos formarse un cumulonimbo en clara progresión hacia la tormenta y en la dirección en la que nos dirigimos.
En caso de sentir un cosquilleo en la piel, que se eriza el cabello y que los objetos metálicos o que terminan en punta metálica emiten un extraño zumbido parecido al de una colmena y se producen chispas o destellos, la tormenta está próxima.
Todos estos fenómenos se producen por el desplazamiento de las cargas eléctricas que generan las tormentas y significa que el aire en el que nos encontramos se ha vuelto conductor hasta el punto de que en ocasiones entre dos excursionistas cercanos entre sí y sin tocarse puede producirse una molesta descarga.
En caso de notar alguno de estos fenómenos en medio de una tormenta el peligro es inminente porque significan que está a punto de caer un rayo.
Retirarse de todo lugar alto: cumbre, cima, loma…, y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.
Nunca echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada, esto es muy peligroso.
Se crea una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.
Deshacerse de todo material metálico y depositarlo a más de 30 metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción. – Nunca refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios.
Un árbol solitario por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico.
En cambio un bosque, aunque sea pequeño, puede ser un buen refugio.
Cobijarse debajo de los árboles de menor altura.
Alejarse de objetos metálicos como vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, raíles de ferrocarril, bicicletas, maquinaria, etc.
DENTRO DE
UNA VIVIENDA:
No asomarse al balcón o ventanas abiertas para observar la tormenta.
Cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire pues éstas atraen los rayos.
Alejarse de la chimenea y no hacer fuego en ella o apagarlo si está encendido.
De las chimeneas asciende aire caliente cargado de iones, lo que aumenta la conductividad del aire abriendo un camino para las descargas eléctricas actuando como un pararrayos.
En caso de hallarnos en un piso o vivienda, hay que desconectar los electrodomésticos, los aparatos eléctricos y las tomas de antena de televisión, ya que el rayo puede entrar por las conducciones de electricidad y TV causando daños o la destrucción de estos objetos.
Hay que postponer los baños, las duchas y el lavado de la vajilla o usar agua corriente para cualquier otro propósito hasta que la tormenta haya pasado porque a través del agua existe también riesgo de electrocución
Cayó un rayo sobre Cristo Redentor y le rompió un dedo el 16 de enero, el año pasado otro rayo afectó la misma mano
Una foto capturó el momento exacto en el que el fenómeno meteorológico impactó en la mano derecha del monumento.
El diario El Obseravador en su edición digital del día 17 de enero de 2014, publicó la noticia de que un rayo alcanzó al Cristo Redentor de Río de Janeiro, el monumento más emblemático de Brasil, y dañó el tercer dedo de su mano derecha, según informó la archidiócesis de la capital carioca, que vela por la escultura.
Una fotografía de Efe capturó el momento exacto en el que el fenómeno meteorológico impactó en la mano derecha del Cristo Redentor el jueves por la noche, cuando se registró una tormenta en la denominada «Cidade Maravilhosa».
Según la archidiócesis, también se vio afectada una placa informativa, pero en ambos casos el daño fue «superficial».
El pasado año, otro rayo afectó la misma mano del Cristo, revestido de un material conocido como piedra jabón, por lo que la archidiócesis ya tenía prevista una remodelación de la escultura, que, según informaron las mismas fuentes, se iniciaría el martes pasado (por el martes 21 de enero).
Brasil, donde caen cinco millones de rayos al año, es uno de los países del mundo más afectados por este tipo de descarga eléctrica, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.
RECUPERACIÓN DE LA ESCULTURA
Las obras de mantenimiento y recuperación del Cristo Redentor de Río de Janeiro, está previsto que duren un mes, están siendo realizados por operarios especializados en rápel y alpinismo, con el fin de evitar el uso de andamios, explicó la arquidiócesis, que vela por la escultura.
El Cristo Redentor, elegido en 2007 como una de las siete maravillas del mundo moderno en una votación hecha por internet en todo el mundo, fue alcanzado por un rayo el pasado 16 de enero, lo que provocó daños en el tercer dedo de su mano derecha.
La estatua, construida en 1931 en la cima del cerro del Corcovado, también es Patrimonio Histórico de Brasil y recibe cada año cerca de 700.000 turistas.
Ministerio de trabajo de Argentina decidió exigir pararrayos en las playas
En el mundo es imposible saber en donde va a caer un rayo, pero existen sistemas para detectar las zonas más proclives a correr riesgos. Las playas se encuentran entre los terrenos de gran receptividad, aunque no parece adecuado instalar pararrayos.
La mayoría de las tormentas eléctricas en Uruguay se producen de noche y en madrugadas estivales.
ARGENTINA DECIDIÓ INSTALAR PARARRAYOS EN LAS PLAYAS
Los balnearios de Mar del Plata, Villa Gesell y la costa atlántica argentina tendrán que instalar pararrayos en un plazo de veinte días, uno por parador de playa. Así lo dispuso el Ministerio de Trabajo de Buenos Aires, según informó Página Doce.
Se busca «evitar nuevas tragedias», como las provocadas por dos rayos en Mar del Plata, con un saldo de siete heridos, o la del pasado 9 de enero en Villa Gesell, cuando murieron cuatro personas, así como la de ayer en este mismo balneario, donde un rayo destruyó una vivienda y otro cayó contra un árbol.
Consultada por El País, Madelein Renom, especialista en en ciencias de la atmósfera y efectos climáticos extremos de la Universidad de la República de Uruguay, afirmó que la colocación de pararrayos en las playas «no tiene ningún sentido; lo mejor es educar a la gente para que, cuando escuche un trueno, se retire a una construcción de materiales, esté lloviendo o no. Porque no sólo está el riesgo del rayo sino el de la onda expansiva. El pararrayo provoca la descarga, pero después el agua y toda la superficie van a ser conectores».
Igual opinó Otto Salustio, director de la empresa CIME, consultora de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, e instaladora de sistemas de protección contra descargas atmosféricas.
«El pararrayos consiste en un terminal aéreo, un conductor de bajada y un sistema de puesta a tierra, que es lo que asegura que la descarga se disipe. Todos los terrenos tienen una determinada receptividad. Los peores son las rocas, los cerros y las playas. Diseñar en éstas un sistema de puesta a tierra es difícil; sobre todo implementarlo conforme al estandar internacional, la norma IEC 62305. En una playa habría que hacer una especie de Jaula de Faraday, algo casi inaplicable, una locura», dijo Salustio.
El tendido de este sistema consiste en la recepción del rayo a través de un conjunto de pararrayos Franklin de una o más puntas (como los que se ven en las iglesias), que están unidos entre sí por cable conductor, formando una malla que deriva la energía a tierra por afuera de la edificación, mediante una red de conductores. Eso da un cien por ciento de seguridad.
Estadísticas
La intensidad media de la descarga de un rayo se estima en 30.000 amperios, pero se han detectado rayos de hasta 200.000 amperios, cuando la carga de un electrodoméstico ronda un amperio.
Si bien es posible prever zonas de tormentas, en ninguna parte del mundo se está en condiciones de ubicar los lugares en que se producirán los rayos descendentes (nube-tierra), que suponen el 80% del total.
Los otros peligrosos son ascendentes (tierra-cielo), y además hay rayos entre una nube y otra, pero que no causan efectos en la Tierra.
En cualquier momento, sobre todo durante noches veraniegas, cuando la atmósfera está más caliente, casi 1.800 tormentas eléctricas están en progreso sobre la Tierra.
Los expertos internacionales aseguran que sólo en Estados Unidos, en promedio, hay al año 100.000 tormentas eléctricas y mueren 150 personas.
A diario, en todo el mundo se producen unas 44.000 tormentas y se generan más de 8:000.000 de rayos, según el sistema de detección mundial de meteorología. En Uruguay no hay datos, por falta de sensores subterráneos que permitan cuantificar los rayos.
Manual antirrayos
Durante las tormentas eléctricas debe evitarse tareas al aire libre, baños en playas, el uso de teléfonos fijos, celulares enchufados, y electrodomésticos. Quitar el cable coaxial de televisores. No refugiarse debajo de árboles ni acercarse a postes de luz o alambrados. Abandonar tareas con agua, tuberías de hierro o eléctricas. Despojarse de de objetos metálicos.
Costos, mitos y peligros
Los efectos de un rayo son ocasionados por un impacto directo o por causas indirectas. Pueden alcanzar instalaciones eléctricas interiores de fábricas, hogares, comercios o industrias, a través de las líneas de conexión del suministro de energía eléctrica, por las líneas de conexión de teléfonos, modems, televisión por cable, y a través de la estructura metálica de los edificios, por contacto directo o por inducción, por las raíces de los árboles.
Una creencia errónea es que alcanza con vivir cerca de construcciones grandes, como el Hospital de Clínicas, el Estadio Centenario o una iglesia, que tienen pararrayos, para estar a salvo de una tormenta eléctrica. La zona de protección está acotada al sitio en donde se instaló el sistema contra descargas.
Con alrededor de US$ 3.000 se podría efectuar la instalación de un sistema de captores para una escuela, por ejemplo. Eso daría una cobertura de 40 a 50 metros de radio, con un estándar francés (la norma NFC 17102). En cambio, para dar cobertura a edificios como el Palacio de la Luz, se debió invertir cientos de miles de dólares, y debió cumplirse con otra normativa de colocación, con mayores exigencias (Norma IEC 62305). Sólo un galpón en Zona Franca de Montevideo exigió colocar 85 terminales aéreas o pararrayos Franklin.
Un año atrás falleció un joven salteño…
La caída de un rayo que alcanzó de lleno a un joven trabajador salteño, que circunstancialmente se hallaba desempeñando tareas en el Este, resultó fatal.
Luciano Montemuro, joven salteño de 24 años, falleció el sábado 16 de enero de 2013 en horas de la tarde al ser alcanzado por un rayo. Se encontraba debajo de una sombrilla, aparentemente de mango metálico, colocada en la playa Montoya de La Barra cuando fue impactado por el rayo.
El joven se encontraba junto a su madre y otros familiares que al parecer también fueron alcanzados por la descarga eléctrica, aunque no sufrieron lesiones de gravedad.
Montemuro, hijo único del disc jockey salteño José Eduardo Montemuro, fue trasladado en primera instancia por una unidad de Policía Caminera hasta pasar el puente ondulante sobre el arroyo Maldonado. En el lugar aguardaba una unidad de emergencia médica la que, por razones administrativas, no cruza el puente de La Barra, según informó El País,
EL ÚNICO RAYO QUE CAYÓ
En tanto a través del corresponsal de Clarín, de Buenos Aires, pudimos obtener datos y otros detalles del trágico hecho.El sábado fue un día normal de playa, por momentos con sol y por momentos nublado, hasta que a eso de las 17 el cielo se encapotó, y al rato comenzó a lloviznar. Ya antes, y también durante la llovizna (típica de verano, sin las características de tormenta eléctrica) la gente abandonó la playa, y solo quedaron unos cinco surfistas y Montemuro y su familia, que decidieron guarecerse bajo una sombrilla, a 40 metros de la caseta de los guardavidas. En determinado momento en que la lluvia parecía volverse más tenue, un único y sorpresivo rayo alcanzó a la sombrilla de Montemuro, quien cayó desvanecido. Escuchamos el ruido y advertimos enseguida que había impactado sobre la arena. A los segundos vimos y escuchamos a la madre del muchacho, desesperada, pidiendo auxilio, contó a Clarín José Luis Salazar, unos de los guardavidas que, junto a su compañero y dos oficiales de prefectura que suelen estar en Montoya, fueron los primeros que acudieron a ayudar a la señora, de nombre Silvia Galli y a su pareja, Roque Machado, que resultaron levemente heridos.
Casi de inmediato del parador nos acercaron un desfibrilador y nos dispusimos a hacer maniobras
En lo que va del año han habido numerosas víctimas por caída de rayos junto al mar
Una adolescente murió en el hospital a raíz de las heridas sufridas cuando cayó un rayo, que mató a otros tres jóvenes y causó heridas a 22 personas, constituyendo la más grave tragedia de este tipo de los que va de la temporada veranienga, mientras que uno de los cuatro heridos que permanecía internado fue dado de alta.
Así lo informó en la puerta del hospital Arturo Illia de Villa Gesell el intendente local, Jorge Rodríguez Erneta, quien indicó que «Priscila (Ochoa), que se encontraba en grave estado con pronóstico reservado, murió a raíz de un paro cardiorrespiratorio».
«Veníamos sosteniendo su vida, los médicos hicieron un esfuerzo muy importante. Sabíamos que el pronóstico no era bueno; se hizo todo lo posible», lamentó Rodríguez Erneta sobre la adolescente, oriunda de San Luis.
Priscila veraneaba junto con sus padres y una hermanita de 9 años, Salma, que fue derivada del centro de salud gesellino al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata.
Miguel José, jefe de Terapia Intensiva de ese hospital, explicó que Salma «se encuentra monitoreada debido a que sufrió un desvanecimiento durante la caída del rayo» y que está «estable y lúcida».
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires informó en la misma tarde que el estado de salud de Salma «continuaba estable y fuera de peligro» hospitalizada en el Hospital Materno Infantil Tetamanti de Mar del Plata.
La niña fue derivada desde Villa Gesell con un cuadro de «sindrome de aplastamiento por onda expansiva con compromiso respiratorio leve” aunque en ningún momento requirió respiración asistida.
La cartera sanitaria provincial detalló además que fue dado de alta del hospital de Villa Gesell Hernán Vila, de 34 años, mientras que Laura Blanco de 44 sigue internada «pero por prevención ya que evolucionó favorablemente».
Idéntico estado de salud es el de Carlos Prestera, de 51 años, quien permanece internado en Villa Gesell pero las autoridades indicaron que en pocos días más será dado de alta de confirmarse su evolución.
LOS RAYOS QUE PROVOCARON MUERTES DURANTE LAS TEMPORADAS DE MAR DEL PLATA
Los fenómenos meteorológicos que cayeron este año en la ciudad de Mar del Plata, y que provocaron siete heridos leves, tuvieron antecedentes trágicos años anteriores, con varios muertos.
(Télam).- dos rayos que cayeron en la ciudad de Mar del Plata, y que provocaron siete heridos leves, tuvo antecedentes trágicos años anteriores, con varios muertos.
Las tragedias mortales ocurrieron durante dos temporadas en Mar del Plata en 1984 y 2000.
El surfista Javier De Fraudi murió el 25 de febrero de 2000 cuando cayó un rayo en Playa Grande, donde se encontraba junto a un grupo de amigos, a pesar que los guardavidas les habían alertado acerca del peligro que implicaba seguir en el mar.
Casi simultáneamente, en Costa Hermosa, frente al barrio San Jacinto, en la zona sur de Mar del Plata, Lorena Gómez, de 20 años, murió en la orilla cuando un rayo cayó sobre la playa.
El 10 de febrero de 1984, un rayo fulminante cayó sobre el futbolista Gustavo Abel Sterponi, de 24 años, capitán y símbolo de Círculo Deportivo de Comandante Nicanor Otamendi, mientras realizaba un entrenamiento de pretemporada en Parque Camet de Mar del Plata.
El plantel de Círculo Deportivo, dirigido por «el Gallego» José Enrique Diez, entrenaba en inmediaciones al complejo del Bigüá Rugby Club, cuando de pronto se desató una fuerte tormenta cuyas consecuencias terminaron siendo gravísimas, inesperadas.
Sterponi corría con una cadenita que terminó oficiando de pararayos.
En aquella ocasión, de milagro salvaron su vida sus compañeros de equipo Gustavo «Huevo» Sosa y Héctor Varzilio, que resultaron heridos.
UNA TURISTA MURIÓ ALCANZADA POR UN RAYO EN BRASIL
Fuente: subrayado
Una turista murió alcanzada por un rayo en Brasil
Un fotógrafo captó el momento en que la mujer ingresaba al agua, cuando se desató la descarga eléctrica y el momento posterior
Rosangela Biavati, una turista de 36 años, murió tras ser alcanzada por un rayo en la tarde del lunes en la playa de Guaruja, en Brasil.
Antes del accidente fatal, la víctima había llegado al lugar con un grupo de amigos, quienes ignoraron las advertencias sobre una tormenta que se acercaba.
Biavati se acercó al agua a pedirle a unos niños que abandonaran el mar.
Pero la descarga la conmovió a tal punto que quedó inconsciente. Fue socorrida urgentemente y durante aproximadamente dos minutos intentaron revivirla.
Llegó con algo de pulso al Departamento de Bomberos Marítimos, ubicado a 50 metros del lugar del incidente. «Sin embargo poco después murió», dijo el capitán Ricardo Pelliccioni, según un artículo de Jornal A Tribuna. El reportero gráfico Rogério Soares estaba en el lugar casualmente y tomó una secuencia de fotos sobre la tragedia. Las tormentas eléctricas se han vuelto un azote en esta temporada de veranoDías pasados, Argentina sufrió una tragedia similar cuando un rayo cayó sobre un balneario de Villa Gesell y mató a 4 jóvenes e hirió a otras 21 personas.
Fuente: Télam