Con una enorme responsabilidad sobre sus hombros, Germán Coutinho asume hoy la conducción del gobierno departamental.
Un hombre joven, dinámico, con entusiasmo y ganas de hacer las cosas bien.
Hasta el momento no sólo ha demostrado empuje, sino que también ha demostrado otras dos condiciones muy importantes a la hora de asumir la conducción del gobierno departamental: habilidad para entretejer el mayor apoyo político posible sumando participantes de partidos opositores a su gobierno y también ha revelado un gran carisma en materia de comunicación, se relaciona fácilmente con todos los sectores de la población salteña, no sólo personalmente, sino también mediante un acertado manejo de los medios de comunicación.
¿Qué le queda entonces para lograr un punto de partida acertado?.
La elección correcta de la gente que habrá de acompañarlo en los puestos claves de su gobierno departamental, desde la secretaría general de la Intendencia, pasando por la presidencia de la Junta Departamental y los puestos de confianza de mayor responsabilidad.
Observando los puestos que ya ha cubierto, puntos claves, como los son la secretaría general y la Dirección de Obras, tenemos la impresión de que va por buen camino. Es obvio que nadie puede saber de antemano, qué resultado tendrá con estas designaciones, cuál será el rendimiento de las personas elegidas, que obviamente han mostrado al menos capacidad para ser puestas al frente de estos puestos. Pero de antemano, por lo que se conoce de sus actividades, de sus acciones o ejercicio de sus profesiones, aparecen con credenciales suficientes como para desempeñarse con acierto.
Coutinho es el hombre que la mayoría de los salteños ha elegido para conducir el gobierno departamental desde hoy.
Representa en buena medida otra cosa. Llega captando la credibilidad de mucha gente joven, probablemente cansada de todo lo anterior.
Llega también el mismo, como fruto de una generación que se siente con ganas de hacer las cosas de otra manera.
Llega además en un punto histórico de las circunstancias, en días en que la gente joven y hasta los niños de este país han conocido una experiencia única, de sentir el calor popular del pueblo unido tras una causa, como ha sido el actual Mundial de Fútbol.
Ojalá sea capaz de sacar provecho de todo esto, no para dejarse llevar por la emotividad, pero sí, para conducir un gobierno sobre la base de la conformidad de las mayorías.
Seguramente habrá errores, equivocaciones y también aciertos. Un Intendente con una acertada relación con su pueblo, es capaz de situarse por encima de sus desaciertos, si mantiene la humildad y la sencillez que corresponde, incluso para pedirle perdón al soberano si se le prueba debidamente que ha cometido errores.
Hoy es la hora de los abrazos, de los apretones de manos, de los mejores deseos, pero no siempre será así.
Por nuestra parte, mantendremos la misma línea asumida el 15 de Noviembre de 1959, de compromiso con la verdad, con la justicia, con la equidad. Lo sabe Coutinho, que incluso ha integrado el plantel de Redacción de EL PUEBLO, lo sabemos todos.
Siempre nos tendrá a su lado cuando se trate de obras para mejorar la calidad de vida de nuestra gente, hechas con equidad, con justicia social, con el mejor deseo de buscar lo mejor para todos.
También es cierto que nos tendrá en la vereda contraria cuando tengamos la convicción racional y debidamente comprobada, que algo se está haciendo mal.
Las cosas claras.
Dicho esto, deseamos al novel Intendente la mejor gestión posible, porque sería lo mejor para todos.
Alberto Rodríguez Díaz.
