Casi 450 mil uruguayos habían dejado de fumar en los últimos diez años anteriores al 2014 a consecuencia de la política antitabaquismo establecida por el extinto presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez.
El decreto prohibió fumar en ámbitos cerrados y también prohibió específicamente fumar en ámbitos de trabajo. Paradoja del destino, Tabaré Vázquez, destacado oncólogo, murió de cáncer, como gran parte de su familia, la mayoría de ellos fumadores pasivos, debido a que alguien de su familia fumaba.
Hoy casi nadie se acuerda que la política antitabaco del entonces presidente le costó incluso una demanda de la poderosa tabacalera Phillips Morris, ganado por Vázquez que decidió donar para incrementar las jubilaciones, lo obtenido en el juicio (si mal no recordamos un millón de dólares).
Hoy parece “normal” que durante los viajes interdepartamentales nadie fume en el interior de un ómnibus, sin embargo no siempre fue así. Recordamos cuando en estos viajes había que soportar una verdadera humareda, que causaban los fumadores.
Uruguay fue el primer país de América en prohibir el cigarrillo en diversos ámbitos. Hoy felizmente muchísimos jóvenes no conocen el cigarrillo y sólo las excepciones son los que continúan con el vicio.
Pero queda mucho por hacer desde el momento que se estima que 13 uruguayos mueren al día por causas del cigarrillo, son fumadores activos o pasivos, que a veces no mueren directamente a consecuencia del tabaco, vale decir por cáncer de pulmón, sino porque el tabaquismo deriva en un infarto agudo de miocardio u otra dolencia similar, que les cuesta la vida tempranamente.
Es uno de los grandes logros establecidos por Uruguay, que ha tenido seguidores en muchas partes del mundo, porque sin duda alguna es en beneficio de la salud de la población. Hoy a más de un mes del fallecimiento del ex presidente, nadie se acuerda de esta conquista, del costo que ha tenido y finalmente del resultado que se obtuvo.
Es sólo uno de los aspectos que han incidido en la salud de la población. Hoy los uruguayos tenemos una mayor expectativa de vida y entre otras cosas se debe a políticas como la que nos ocupa que han favorecido notoriamente a la salud de la población.
No significa que seamos ni mejores ni peores que otros, sino sencillamente que hemos tenido hombres que felizmente se han preocupado por conseguir una vida más larga y más saludable para los conciudadanos.
No lo olvidemos.
A.R.D.