Primeros días de enero han sido de una concurrencia inusual a las oficinas de OSE y UTE, por parte de quienes llegan a realizar los más diversos trámites: convenios, reconexiones tras cortes, etc. Está la posibilidad de agendarse vía internet, pero los que no lo hacen siguen siendo muchos y deben sacar número de atención en el momento.
Es así que -nos comentaba un lector- en la mañana de ayer lunes la oficina de OSE «estaba llenísima, entre quienes estaban agendados y los que sacamos número ahí». Es más, nos decía que «las sillas que hay ahí no daban ni para la mitad de la gente que había esperando, y no es un espacio muy grande, todos amontonados».
Los semáforos siguen dando que hablar. Mientras mucha gente pide la colocación de semáforos en tal o cual esquina, los partes policiales hablan de que cada vez hay más siniestros en esquinas con semáforos. No hay caso, haya o no haya este u otro tipo de elementos de señalización, la responsabilidad es y será siempre humana.
Entre la gente que andaba ayer en el centro de la ciudad, en la zona de Artigas y Treinta y Tres, además del calor, era el tema recurrente la muerte de Rex. Se trata del perro que durante 14 años fue el compañero de todos quienes trabajaban o simplemente llegaban a cargar combustible en la estación de servicios de allí. Rex se había ganado la simpatía y el cariño de cientos de salteños. Se lo va a extrañar.