Una persona que transita diariamente por calle Brasil, comentaba ayer lo dificultoso que resulta, al llegar a Blanes, divisar si viene otro vehículo por esta. Lo que obstaculiza la visión es que habitualmente hay vehículos grandes estacionados muy sobre la esquina. Hay que tener en cuenta que a quien transite por Blanes se le debe ceder el paso, ya que aparece desde la derecha, pero casi siempre se lo ve recién cuando está muy cerca.
Lo mismo sucede en muchas esquinas de la ciudad. Si bien las normas de tránsito establecen que se debe respetar cierta distancia desde la esquina, dejando libres varios metros, eso no siempre se cumple. Entonces pasa, como en el caso señalado, que la visión se obstaculiza o, en otros, que al querer doblar el espacio para hacerlo se reduce muchísimo.
Hablando de tránsito, estos días de lluvia se volvió a comprobar el peligro que significan los rieles en la calle 25 de Agosto, frente a la Catedral. Hubo resbalones y hasta alguna caída de motonetistas, según nos decía un cuidacoches del lugar. De por sí, es un metal resbaladizo, y mojado aún más.
«Últimamente, apenas llueve dos o tres días seguidos ya tenemos para varios días sin luz en las calles», decía ayer una vecina de la zona de Enrique Amorim y Rodó. Hemos sabido que no es el único lugar de la ciudad con este problema.