Finalmente se realizó en la tardecita de ayer, por calle Uruguay, la marcha en reclamo de justicia por la muerte de Gladis Filippini. Estaba prevista para el martes, pero la lluvia obligó a postergarla.
Ese hecho, el fallecimiento de una persona luego de haber estado unos cuantos días hospitalizada por ser atropellada por un motonetista, despertó nuevamente varias alarmas. ¿Cómo conducimos? ¿Qué lugar ocupan en el tránsito los peatones? ¿Qué controles y con qué frecuencia se realizan?…entre otras preguntas. No olvidemos que, según testigos, quien embistió a Gladis, realizaba piruetas muy peligrosas.
Ayer, una vez más, hubo cortes de agua, sin aviso, en más de una zona de la ciudad. La molestia, las quejas, los reclamos, se hicieron sentir nuevamente y como decimos siempre, las redes sociales son campo fértil para ello.
Pero además, vecinos de más de un barrio, nos hicieron llegar capturas de pantalla, donde grupos de padres de escolares planificaban la tarde, sabedores del corte: quién llevaba un bidón quién llevaba botellas etc.
Y por supuesto que surgió la interrogante. En estos casos, ¿no deberían suspenderse las clases?
