En pleno barrio Progreso, quien circule por calle Elías Pascale verá interrumpido su paso en la intersección con Rivera. Se están haciendo arreglos. Hay un señalizador, pero el problema es que no tiene luz, o no funciona al menos. De por sí el lugar está un tanto oscuro, así que a tener mucho cuidado. Un vecino de ese lugar nos comentaba que “lo que pasa es que hay gente que rompe todo”. Lamentable.
“¿Qué se puede poner acá para que pasen más despacio los vehículos?”, nos decía ayer una lectora, refiriéndose a la avenida Orestes Lanza, en proximidades de calle Lavalleja. “Aunque sea algunos resaltadores, lomas o alguna cebras -decía- porque es impresionante cómo pasan acá, volando…”.
Hablando de reclamos, sigue siendo una constante recibir quejas por el mal estado de la vereda en calle Treinta y Tres, entre Artigas y Uruguay. Justamente ahí, a mitad de cuadra, está funcionando la farmacia del CAM, por lo que la afluencia de peatones es mayor que lo habitual; y muchas personas de la tercera edad concurren, que dicho sea de paso son las que más se quejan por esta situación.
Recorremos muchas cuadras hacia el sur, después hacia el este y llegamos a la avenida Patulé en sus cuadras del 2100 y 2200; desde allí un lector nos dice que “de once focos que hay del alumbrado público, funcionan solamente dos”. Ojalá se solucione pronto.
