En la edición de ayer comentábamos la queja de vecinos de diferentes barrios por el ruido molesto de la pirotecnia en canchas de fútbol. A eso, se sumaron otros pero, en su caso, comentan que les resulta molesto el ruido de música alta en algunas madrugadas.
Hay que saber que normativa al respecto existe. Se trata de la que indica a qué potencia se puede encender la música, es decir los decibeles del sonido, los lugares, etc. Pero, como en tantas cosas, ¿se controla? Quizás allí esté el problema.
También hace unos días enumerábamos algunos puntos del centro de la ciudad, donde lamentablemente las pérdidas de agua ya son parte del paisaje cotidiano. Fue entonces que un lector nos escribió para decirnos: “Les agrego dos puntos más donde el agua parece un arroyo que corre, los dos en calle Brasil, uno a la altura del 700 y el otro al 1500”.
Ayer vimos una calle cuyo tránsito estaba cortado con cinta amarilla. Como pasaban las horas y no se habilitaba, nos acercamos a ver qué ocurría. Resulta que un buen rato antes había ocurrido allí, en esa esquina, un siniestro y quienes trabajaron en el lugar se olvidaron de quitar la cinta. Claro, una distracción la tiene cualquiera, es cierto, pero… Simplemente habría que tener más cuidado, porque los inconvenientes que se generaban en el tránsito eran varios.
