Alrededor de las cinco y media de la tarde de ayer se vino la lluvia. Y con ella varias preguntas: ¿será, ahora sí, el comienzo de la época de frío?, ¿lloverá lo suficiente como para empezar a remediar la grave situación de la sequía? En fin…habrá que esperar para encontrar las respuestas.
Respuestas que para nada la convencían eran las que días pasados recibía una señora en un supermercado cuando terminó de pagar. El vuelto, o cambio, que le entregó el cajero, entendía ella que era menos de lo que correspondía. En tanto el empleado decía que la señora le había pagado con un billete de menor valor.
Él decía que le había pagado con 1.000 y ella que eran 2.000, o algo similar. Lo cierto es que la señora se quejó y le respondieron que debían observar las cámaras para después resolver la situación.
Pero pasan los días y no se le contesta nada, en realidad se le contesta que aún no pudieron ser visualizadas las cámaras.
La pregunta es, ante un caso como este, ¿no habría que haber detenido el funcionamiento de la caja en ese preciso momento y hacer un conteo para verificar si sobraba o no dinero?
Estamos por entrar en una semana cargada de actividades vinculadas con el libro. El próximo viernes es el Día Nacional del Libro. Iremos en la semana anunciando los diferentes eventos, que van desde lecturas hasta inauguración de alguna biblioteca.
