En la tarde de ayer el sol se hizo sentir. Se veía mucha gente (por ejemplo esperando el ómnibus), que buscaba refugio en un árbol, bajo el techo de un comercio, etc. Es lo que se viene de aquí en más, durante meses. Lo bueno es entender que la plantación de árboles es importante siempre, y no solo acordarnos de ella cuando necesitamos de su sombra.
Por supuesto que continuar poniendo garitas en las paradas de ómnibus es importante. Por el sol y por la lluvia, claro.
En la avenida Batlle, unas dos cuadras antes de llegar al Obelisco desde el Centro, ayer durante varias horas de la tarde andaban tres caballos sueltos. «Es muy común, son de por acá cerca nomás y dos por tres se escapan», nos comentaba un vecino. Un peligro para el tránsito.
Hace un par de días un lector nos comentaba: «camino por la costanera (norte) todos los días, y estoy sorprendido de la cantidad de marcas de fuego que encuentro en el suelo…Si hay cantidad de parrilleros y todavía no llegó la época en que se llenan todos, ¿por qué no los usan en vez de hacer fuego en el piso'». Buena pregunta.
En algunas instituciones educativas, ayer se dedicó un tiempo a brindar y celebrar. Es que el 5 de octubre es el Día Internacional del Docente. Claro, sucede que en nuestro país tiene mucha fuerza el 22 de setiembre, Día del Maestro, y el 5 de octubre suele pasar bastante inadvertido.
