Enseguida que nos hicimos eco en esta columna del reclamo de vecinos de Avda. Rodó, que planteaban que del Obelisco a Apolón “es una pista de carrera de autos y motos”, llegaron desde otros lugares, varios planteos similares o idénticos a ese.
Por ejemplo, sin ir más lejos, de la continuación mismo de Rodó, del Obelisco al sur, o sea ya Avda. Reyles. «El pavimento quedó precioso desde que lo hicieron a nuevo -nos decían-, y entonces los corredores aprovechan para hacer de las suyas».
Los perros sueltos también son permanente motivo de quejas. Ayer nos comentaba un lector que «en la zona de Enrique Amorim y Córdoba es un peligro pasar en moto, seguro que por lo menos dos perros van a salir, ya ha caído gente». La pregunta es la de siempre: ¿y los dueños?
Calle Larrañaga en su intersección con la avenida Patulé, pleno barrio Salto Nuevo… Desde allí recibimos en los últimos días más de una queja por basura acumulada. Sucede que hay en ese lugar un terreno baldío, que lamentablemente muchos han tomado para depositar residuos. ¿Qué solución habrá, además de apelar a la responsabilidad de los ciudadanos?
Y sin apartarnos del tema, digamos que ayer, feriado, muchos salteños estaban desconformes por entender, como nos decía una señora de Ceibal, que «la gente del micro centro parece ser la única que paga impuestos, porque a ellos les recogen la basura, a nosotros no».
