Los incendios en varias partes del país, incluido Salto, así como la lluvia y el viento que trajo alivio el sábado, son de los temas que más habla la gente por estas horas. Ahí está la dualidad de la lluvia: por un lado vino bien para apagar el fuego; por otro, vino con tormenta y ocasionó algunos estragos. Nada, o muy poco, hay que hacer frente a lo que quiere la naturaleza, es así.
Cortes de energía eléctrica se dieron varios a raíz del viento, que ocasionó la caída de algunas columnas y cableado. Por momentos la UTE se vio desbordada: “Le informamos que estamos gestionando el reclamo…Debido a causas climáticas que afectan la zona, nuestros tiempos de resolución están demorados”, era textualmente el mensaje que enviaba el ente a algunos usuarios que solicitaban reparación del servicio.
Fin de semana largo el que pasó, que hizo que cientos de salteños se acercaran a la costanera a disfrutar del río, la sombra, los parrilleros. Lo que es una lástima es que esta gente no cuente con baños, a pesar de que baños públicos hay (los de la esquina del Salto Polo y los de Costanera y Ramón Vinci, por ejemplo), pero están cerrados con cadenas y candados.


Es decir, hay pero no hay. Caso similar, o idéntico, al que planteábamos hace algunos días del Parque Solari. Cabe agregar que en todos los casos, los baños parecen estar en buenas condiciones. ¿Qué pasa entonces?, ¿Falta personal?
