Una vecina del estadio Dickinson nos hablaba ayer de la pirotecnia sonora. «¿Qué pasa que se sigue tirando cohetes de todo tipo?», nos preguntaba. Se refería sobre todo al antes y después de los partidos. De hecho estos días hay partidos allí tanto fines de semana como entre semana.
Como nos decía hace poco un edil de los que impulsaron la prohibición, «la concientización recién comienza» y «no será fácil controlar, al menos al principio». La pegunta es: ¿Y para Navidad y Año Nuevo en qué nivel de concientización estaremos?, y además, ¿se controlará efectivamente?
A propósito de las fiestas tradicionales, poco a poco los comercios van tomando un color acorde a estas festividades. Arbolitos de Navidad y todos los adornos que habitualmente se le colocan ya han empezado a verse en vidrieras y demás. Es que estamos a menos de un mes de la fecha en que por tradición se realiza el armado del árbol, 8 de diciembre.
Acalorada era la discusión ayer entre la conductora de una camioneta y tres inspectores de tránsito. Si bien tenía las luces de estacionamiento prendidas, aparentemente ya era demasiado el tiempo que su vehículo permanecía estacionado sobre la vereda norte de la calle Artigas casi Larrañaga. El tránsito se enlentecía mucho, por un lado porque la camioneta ocupaba espacio y por otro, porque muchos conductores disminuían la velocidad para no perderse la discusión.