Estamos exactamente hoy a mitad de año. Esta es una época para muchos de preocupación en torno a lo que deberán pagar (o en algún caso recibir como devolución) por concepto de IASS e IRPF. Es el momento en que debe presentarse declaración jurada ante la DGI. Y el caso que nos planteaba ayer una lectora es el de muchos:
«Soy jubilada, ningún año tuve problemas para hacer la declaración del IASS, pero resulta que este año la DGI me exige crear un usuario con la respectiva contraseña, que me lo dan en un Abitab, con el que después recién puedo hacer las gestiones a través de la página web. Me parece una complicación, sobre todo para las personas mayores, ya que sí o sí esa contraseña solo se la dan al titular, no se puede enviar a otra persona ni siquiera con un poder».
El problema, nos decía esta lectora, es que hay mucha gente mayor que tiene dificultades para trasladarse y ni que hablar, a veces, para el uso de correo electrónico, a lo que se suma que estos días la página de la DGI casi permanentemente «está saturada», lo que impide hacer el trámite.
Tanto es el malestar de esta persona, y de otras que supimos que también están en idéntica situación, que llegó a razonar: «¿Será que tantas complicaciones son porque están buscando que al final no paguemos en fecha y forma y tengamos que afrontar una multa?».