Las túnicas blancas y los uniformes liceales vuelven a inundar las calles hoy. «¡Con qué prolijidad empieza el año la mayoría!, ojalá se mantuvieran siempre así, sobre todo con la moña bien armada y bien colocada», comentaba una maestra hace unos días.
También desde el punto de vista económico es importante el inicio de las clases. Significa que se retome un movimiento importantísimo en muchos aspectos, algunos que no siempre se ven demasiado. Por ejemplo, empieza a trabajar más quien hace fotocopias, quien vende algo para la merienda, quien provee de mercadería las cantinas escolares, etc.
Los costos de los útiles escolares, las túnicas, uniformes, etc. son motivo de queja y preocupación de muchas familias. Sería bueno que no haya demasiadas exigencias -en útiles escolares principalmente- por parte de las instituciones. Es cierto que muchas cosas son necesarias y hasta imprescindibles para trabajar, pero también «hay que tener un poco de cintura», como se dice a veces.
Hemos sabido que no son pocos los padres que han preferido que sus hijos no utilicen el ómnibus este año como transporte para ir a estudiar. Por una cuestión de evitar un espacio cerrado con mucha gente, entienden mejor buscar otras alternativas para su traslado
