Tener perros agresivos no es para cualquiera, hay que estar capacitado, saber tenerlos y sobre todo hacerse responsable de sus actos, la responsabilidad es siempre de los dueños. Palabras más, palabras menos, es eso lo que se decía hace unos días en torno a un caso que ocurrió en zona cercana al cruce de Acuña de Figueroa y Sarandí.
Sucedió que una perra salió de una casa y mordió a una mujer que pasaba, lastimándola en su pierna -felizmente sin gravedad- y rasgándole buena parte del pantalón vaquero.
Pero según nos dicen, no sería la primera vez que esto ocurre allí. Sin dudas que alguien debe tomar medidas ya, antes que haya que lamentar algo aún más grave.
Las quejas de los usuarios por lo que consideran no es una adecuada atención de la salud, se hace sentir fuerte. Y esto, tanto en los ámbitos públicos como en los privados. Es que la distancia física que se promueve para prevención del Covid, implica a veces que haya una «distancia» -en todo sentido- un tanto exagerada entre los pacientes y el personal de la salud.
«Tienen que entender que no solo de Coronavirus se enferma la gente, otras enfermedades sigue habiendo», decía ayer muy enojada una señora en la vereda de una policlínica de barrio, mientras esperaba ser atendida.