Home EL PUEBLO impreso CONTRA TAPA Vertederos de residuos en el mundo

Vertederos de residuos en el mundo

113
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/gy80

Los vertederos de residuos, también conocidos como rellenos sanitarios, son espacios destinados a la disposición final de los desechos sólidos generados por la actividad humana. A pesar de su creciente importancia en la gestión de residuos urbanos, los vertederos han sido tradicionalmente asociados con impactos negativos en el medio ambiente y la salud pública. Sin embargo, en la actualidad, muchos países están adoptando tecnologías avanzadas para mitigar estos efectos, implementando prácticas de gestión sostenible y transformando los vertederos en fuentes de energía renovable y proyectos ecológicos.

A nivel mundial, la disposición de residuos en vertederos sigue siendo una de las soluciones más utilizadas, especialmente en regiones con infraestructura insuficiente para el reciclaje o la incineración. A pesar de su necesidad, los vertederos mal gestionados pueden generar graves problemas, tales como la contaminación del agua, emisión de gases de efecto invernadero como el metano, y la afectación a la biodiversidad. Además, el manejo inadecuado de los residuos puede derivar en riesgos sanitarios para las comunidades cercanas.

En contraste, los vertederos que implementan sistemas avanzados de captura de biogás, tratamiento de lixiviados y reciclaje ofrecen una oportunidad para reducir el impacto ambiental y generar recursos, como energía renovable y compost. Este enfoque ha comenzado a ganar terreno en países como Corea del Sur, Japón y varios países europeos, donde la gestión sostenible de vertederos se combina con políticas públicas orientadas hacia la economía circular y la reducción de residuos.

La evolución de los vertederos en el mundo refleja un cambio en la forma en que las sociedades enfrentan los retos del manejo de residuos y la protección del medio ambiente. A medida que la población mundial sigue creciendo, la gestión eficiente de los vertederos será clave para el desarrollo de ciudades más sostenibles y saludables.

  1. TIPOS DE VERTEDEROS
  2. Vertederos controlados: Diseñados para minimizar el impacto ambiental con medidas de control de lixiviados, gases y monitoreo constante.
  3. Vertederos no controlados o ilegales: Sitios de acumulación sin medidas de protección ambiental, generando contaminación grave.
  4. Rellenos sanitarios: Infraestructuras avanzadas que disponen de sistemas de impermeabilización y tratamiento de gases y lixiviados.
  5. IMPACTO AMBIENTAL Y SOCIAL

El impacto ambiental de los vertederos de residuos es significativo y abarca diversas áreas clave.

Contaminación del suelo y del agua

Lixiviados: Líquidos altamente contaminantes que se generan por la descomposición de residuos y la filtración del agua de lluvia. Si no se gestionan adecuadamente, pueden llegar a napas subterráneas, ríos y lagos, afectando ecosistemas acuáticos y el suministro de agua potable. Sustancias tóxicas: Como metales pesados, productos químicos y plásticos degradados, que dañan la fertilidad del suelo y envenenan la flora y fauna.

Emisión de gases de efecto invernadero (GEI)

Los residuos orgánicos generan metano (CH4) durante su descomposición en ausencia de oxígeno, un gas 28 veces más potente que el dióxido de carbono en el calentamiento global. También emiten dióxido de carbono (CO2) y otros compuestos tóxicos como el sulfuro de hidrógeno (H2S).

Impacto en la biodiversidad

Destrucción de hábitats: La creación de vertederos implica la eliminación de áreas naturales. Afectación de especies locales: Las aves y otros animales se alimentan de basura, lo que puede causarles enfermedades o muerte.

  1. Problemas de salud pública
  2. Enfermedades respiratorias y gastrointestinales: Causadas por la exposición a gases y sustancias tóxicas. Proliferación de plagas: Como ratas, mosquitos y cucarachas, que transmiten enfermedades como la leptospirosis y el dengue. Comunidades cercanas vulnerables: Las personas que viven o trabajan cerca de vertederos, especialmente en países en desarrollo, están expuestas a condiciones de alto riesgo sanitario.
  3. Contaminación visual y olfativa
  4. La acumulación de residuos genera un deterioro paisajístico. Los olores desagradables afectan la calidad de vida de las personas cercanas.
  5. Consumo de suelo
  6. Los vertederos requieren grandes extensiones de terreno, lo que contribuye a la pérdida de tierras productivas.

EJEMPLOS DE VERTEDEROS ACONSEJADOS

Los vertederos aconsejados son aquellos que operan bajo estándares ambientales rigurosos, minimizando el impacto en el entorno. Se caracterizan por contar con sistemas de impermeabilización, captación de gases y tratamiento de lixiviados. Algunos ejemplos de vertederos bien gestionados en el mundo son los siguientes:

Vertedero de Sudokwon (Corea del Sur): Ubicación: Incheon, cerca de Seúl. Características: es el mayor vertedero controlado del mundo, con sistemas avanzados de generación de biogás y tratamiento de lixiviados. Parte del terreno ha sido transformado en un parque ecológico.
Vertedero de Teeside (Reino Unido): Ubicación: Middlesbrough, Inglaterra. Características: modelo en gestión sostenible de residuos, con producción de energía a partir de biogás y una estricta gestión de lixiviados.

Vertedero de Ategrus (España): Ubicación: diversas ciudades españolas (modelos de referencia en Madrid y Barcelona). Características: operan bajo las normas de la Unión Europea para rellenos sanitarios, priorizando el reciclaje y el aprovechamiento energético de los residuos.

Relleno sanitario de Doña Juana (Colombia): Ubicación: Bogotá. Características: aunque ha enfrentado problemas en el pasado, es actualmente uno de los rellenos sanitarios mejor gestionados de América Latina, con mejoras en el manejo de biogás y residuos peligrosos.

  1. Complejo Ambiental Zárate (Argentina): Ubicación: Provincia de Buenos Aires. Características: modelo de gestión integral de residuos con recuperación de biogás y áreas específicas para reciclaje.

CÓMO FUNCIONAN ESTOS SISTEMAS AVANZADOS

Los sistemas avanzados de gestión de vertederos funcionan bajo estrictos estándares técnicos para minimizar el impacto ambiental y aprovechar los recursos contenidos en los residuos. Las principales tecnologías y procesos hoy en el mundo:

  1. Sistema de impermeabilización y manejo de lixiviados

Objetivo: Evitar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas.
Proceso: el vertedero se construye con varias capas de materiales impermeables como arcilla compactada y geomembranas de polietileno de alta densidad (HDPE). Los lixiviados (líquidos contaminantes) son captados mediante tuberías y conducidos a plantas de tratamiento donde se eliminan los contaminantes.

  1. Cobertura y restauración progresiva

Objetivo: Evitar olores, proliferación de plagas y restaurar el paisaje. Proceso: los residuos se compactan y se cubren periódicamente con capas de tierra o materiales sintéticos para minimizar el contacto con el aire y el agua. Al finalizar su vida útil, el vertedero se recubre completamente y puede transformarse en parques, áreas verdes o instalaciones recreativas.

  1. Monitoreo ambiental continuo

Objetivo: Detectar y prevenir impactos ambientales a largo plazo. Proceso: se monitorean las aguas subterráneas, el aire (concentración de gases) y la estabilidad del terreno para garantizar que el sistema siga funcionando correctamente. Estos datos se utilizan para ajustar y mejorar continuamente las operaciones.

  1. Separación y reciclaje de residuos

Objetivo: Reducir la cantidad de residuos enviados al vertedero.
Proceso: antes de llegar al vertedero, muchos residuos se separan para su reciclaje (plásticos, metales, papel, etc.). En algunos vertederos, se utilizan plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB) para recuperar materiales y convertir los residuos orgánicos en compost o biogás.

  1. Captación y aprovechamiento de biogás

La generación de biogás, se produce cuando los residuos orgánicos (alimentos, papel, madera) se descomponen en ausencia de oxígeno (proceso anaeróbico). Este gas está compuesto principalmente de metano (CH₄) (50-70%), dióxido de carbono (CO₂) y pequeñas cantidades de otros gases (sulfuro de hidrógeno, vapor de agua, etc.).

Su sistema de captación consiste en instalar tuberías perforadas (pozos de captación) a diferentes profundidades del vertedero para recoger el biogás generado. El gas es conducido a través de una red de tuberías hasta una estación de extracción. Se utilizan bombas para garantizar un flujo constante del gas.

El biogás -antes de su uso,- se filtra para eliminar impurezas como el sulfuro de hidrógeno y el agua. Esto evita daños a los equipos y reduce las emisiones contaminantes.

Puede utilizarse de varias formas: generación de energía eléctrica y térmica: se quema en motores generadores para producir electricidad, que puede abastecer a comunidades cercanas; inyección en redes de gas natural: tras un proceso de purificación, el biogás se puede convertir en biometano y utilizarse como gas natural; combustible para vehículos: el biometano puede ser utilizado como combustible en vehículos de transporte.

Los beneficios ambientales y económicos que produce, se basan en la reducción de emisiones de metano, uno de los gases de efecto invernadero más potentes; la producción de energía renovable, lo que reduce la dependencia de combustibles fósiles; y los ingresos adicionales para el vertedero al vender electricidad o biometano.

CONCLUSIÓN

Los vertederos de residuos, aunque indispensables en la gestión de desechos a nivel global, deben ser vistos como una solución temporal y no como una práctica a largo plazo. Los avances tecnológicos en el tratamiento de residuos, como la captura de biogás, el tratamiento de lixiviados y el reciclaje, ofrecen alternativas más sostenibles y eficientes que reducen su impacto ambiental y contribuyen a la economía circular.

La transición hacia vertederos controlados y el desarrollo de infraestructuras para la gestión sostenible de residuos son pasos cruciales para reducir la contaminación, mitigar el cambio climático y proteger la salud pública. Si bien muchos países ya están implementando modelos más responsables, el desafío sigue siendo la implementación de estas tecnologías en regiones con recursos limitados y una infraestructura deficiente.

La clave está en una mayor conciencia y colaboración internacional, así como en políticas públicas que fomenten la reducción de residuos, el reciclaje y la reutilización. Solo con un enfoque integral y sostenido en la gestión de residuos podremos garantizar un futuro más limpio y saludable para las generaciones venideras.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/gy80