Ayer a media tarde, en un supermercado de los más concurridos de la ciudad, había «caído el sistema». Esto implicaba que las cajas no pudieran funcionar para cobrarle a la gente, que hacía largas colas esperando que el problema se solucionara. Si bien no fueron más que unos minutos, fue suficiente tiempo para impacientar a mucha gente.Había quienes decían que esos son los riesgos naturales de contar con avances tecnológicos. Otros, un poco enojados, entendían que son cosas que habría que prever y tener otras formas alternativas para trabajar.
En medio del barrio Umpiérrez -como en tantos otros- hay calles angostas y curvas bastante cerradas. Hace unos días, día de lluvia y acumulación de barro, en el mencionado barrio un ómnibus resbaló al doblar y si bien no pasó a mayores, los pasajeros se llevaron el susto. Mientras no se puedan reparar las calles, la precaución resulta fundamental.
Un matrimonio que el sábado estuvo en la zona del puerto «sacando muy lindas fotos» -nos decían- se lamentaba por el mal estado de mesas y bancos de hormigón, así como de los juegos saludables que hay en una de las plazoletas. «La gente no cuida nada», rezongaba el señor.
Ayer, 15 de agosto, se celebró el Día del Reiki. Se trata de una terapia que gana cada vez más terreno en nuestra sociedad. Es así que, sin ir más lejos, en Salto fueron muchos los que estuvieron de celebraciones.
