Las noches salteñas terminan siendo londinenses, lo mismo nos ocurre con el temprano despertar de la ciudad. Noches frías con intensa humedad que atempera el frío pero que ante ese choque del fenómeno climático sumado al humo proveniente de cientos de estufas a leña, provocan ese extraño paisaje nocturno, que a la salida del sol, si las nubes lo permiten, termina disipando.
Claramente el título de esta opinión termina siendo la paráfrasis de la letra de una canción de la Electric Light Orchestra (ELO), por lo que pido paciencia por esta licencia musical, debido a que quienes han promovido una y otra vez en gobiernos de distinta ideología traernos el tren al norte, han fracaso sistemáticamente con total éxito. De todas maneras, vemos que nadie se rinde, al menos en proponerlo. Supongo que será sacar un poco más la punta al lápiz y seguir sacando cuenta del costo – beneficio, en tiempos que, por lo que hemos podido informarnos, los camioneros que suelen llevar y traer mercaderías a esta zona del país, han comenzado a quejarse de ciertas regulaciones que el nuevo gobierno habría decidido implementar.
Mientras tanto, no está de más hacer referencia, en este popurrí de temas concatenados, que a fin de mes comenzará a hacerse exigible la zona de exclusión que llevará a que los operadores que tienen sus empresas dentro de dicha zona deban dejar de utilizar transporte pesado, como una forma sutil a invitarlos a realizar su trabajo en una Central Hortícola de hasta ahora, futuro incierto.
