Rafal Navas, docente e investigador del Departamento del Agua del Cenur Litoral, participó del programa Dialogando con la Universidad en radio La Regional; y allí abordó diferentes temas vinculados a lo ambiental desde una perspectiva hidrológica.
La formación de grado la hice en mi país, en Venezuela; y luego de cursar el doctorado en Francia vine a Uruguay a realizar un pos doctorado en Uruguay, trabajando en los departamentos de Canelones y Colonia. Ya conocía Uruguay, había tenido unas experiencias previas y siempre me interesó venir. Hace unos años ya soy docente grado 3 con DT en el Departamento del Agua aquí en el CENUR, llevando adelante tareas de docencia y de investigación”, comenzó narrando.

En cuanto a su línea de investigación viene trabajando en un proyecto orientado al riego, a optimizar el agua y el impacto que esa actividad produce al nivel de las cuencas. “Venimos desarrollando trabajos en la cuenca de San Salvado, en el Santa Lucía, acá en el norte en San Antonio y en la cuenca Del Tala que es una cuenca con uso muy intensivo agrícola y buena producción arrocera. Lo que pretendemos en esos lugares es entender las relaciones, entender cómo el riego, el agua que utilizamos afecta ese sistema ambiental. Cuando desarrollamos una actividad ese sistema ambiental ya se encuentra alterado. Lo que queremos brindar a través de nuestras investigaciones son soluciones para que los servicios ecosistémicos y la actividad de producción puedan convivir”.
Consultado sobre los eventos climáticos que viene sufriendo nuestro país y la región, y sobre el impacto que desde el punto de vista hidrológico podemos visualizar en nuestra producción; Navas expresó que “…el impacto de las pocas o de las abundantes precipitaciones, depende del tipo de producción. Hay cultivos que no precisan riego, tienen variabilidad dependiendo de si llueve o no; y almacenando agua se puede estabilizar su producción”.
A su criterio, los hidrólogos son necesarios y solicitados en los extremos. En años de sequía se les solicitar colaboración para saber de dónde sacar el agua y cómo optimizarla; cuando llueve demasiado también les solicitan soluciones ante la inundabilidad, por ejemplo.
“Tenemos que entender que los fenómenos de La Niña y el del Niño son fenómenos climáticos a escala global. Esos fenómenos lo que hacen es generar una variación en la temperatura del mar, del océano Pacífico, y eso hace que cambie la circulación global (que podría entenderse como ríos en la atmósfera que transportan humedad) y eso cambio hace que llueva más en algunas regiones y menos en otras. Esos cambios hacen que aumente la variabilidad y sea más impredecible saber cuánto se va a producir, lo que tenemos disponible de agua en las cuencas; convirtiendo al sistema hidrológico en más volátil y variable. La producción de gases de efecto invernadero es lo que mas ha favorecido el cambio climático. Esos excesos de carbono deben ser captados para poder revertir ese cambio, tanto a nivel global como a nivel local. Esto no se va a revertir en poco tiempo. Esto es como cuando a una persona se le diagnostica un cáncer: tenemos que aprender a vivir con el cambio climático para poder llevar nuestras vidas de una manera más cómoda”, concluyó el docente e investigador.