La agricultura es uno de los sectores más importantes de Uruguay. Con más de 15 millones de hectáreas dedicadas al sector agropecuario, cuya tarea no es solo alimentar a la población local, también conservar su estatus de país exportador de alimentos como trigo, soja, uva y diferentes tipos de semillas, además de productos de origen ganadero, como carne de vacuno o de pollo.
Debido a las consecuencias del cambio climático, el sector agrícola debe adoptar de forma general formas de producción más sostenibles sin dejar de incrementar la cantidad de alimentos que se produce. Afortunadamente, el gobierno uruguayo apoya de forma sólida al sector y el país se ha esforzado por integrar la tecnología agrícola, como el monitoreo de cultivos por satélite, en un intento por fortalecer al sector en una situación de incremento del precio de los insumos y unos bajos beneficios de la producción agrícola.
¿Es importante la tecnología en la agricultura?
La tecnología ha revolucionado la forma en que vivimos o realizamos ciertas actividades, y la agricultura no es diferente. Uno de los principales problemas de la agricultura es la falta de precisión en las prácticas más tradicionales, algo que habitualmente se traduce en aplicaciones de insumos generalizadas, con su consiguiente gasto adicional innecesario y que a veces es capaz de generar problemas donde antes no existían. Por ejemplo, un exceso de agua debido a un riego generalizado que no tiene en cuenta las necesidades del cultivo ni las condiciones actuales del campo hace que la planta sea más vulnerable ante ciertas plagas, además de poder desarrollar problemas como la podredumbre de la raíz o del tallo.
La tecnología también ha traído a la agricultura la automatización de ciertas actividades, reduciendo la necesidad de mano de obra y haciendo que dichas tareas sean más precisas. Entre las tecnologías que favorecen esta automatización está el denominado Internet de las Cosas (IoT), que permite que diferentes tipos de sensores y dispositivos estén conectados entre sí y trabajen de forma conjunta. Por ejemplo, si un sensor ubicado en el campo detecta que la humedad del suelo ha caído por debajo del umbral recomendado, el sistema de riego se activa en esa zona para regar, sin necesidad de gastar agua en otras zonas del campo donde los niveles son buenos.
El monitoreo de campos agrícolas por satélite también ha traído importantes ventajas a los agricultores de todo el mundo, incluidos los agricultores uruguayos. Además de ofrecer una imagen completa de la explotación agrícola sin tener que estar presente en el campo, este tipo de tecnología se combina con otras, como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático, en los programas de software especializado, aportando datos objetivos para un manejo integral de la explotación más sencillo. Las tecnologías mencionadas y algunas más están haciendo que el seguimiento de los cultivos sea más sencillo y eficaz que nunca.
La tecnología agrícola en Uruguay

Con la mayor superficie agrícola per cápita del mundo, Uruguay ha apostado por la agricultura digital no solo para mejorar la producción agrícola, también para impulsar la economía uruguaya. El reconocimiento del potencial de la tecnología en el sector agrícola y del valor de la agricultura sostenible, siendo la agricultura de precisión la punta de lanza, por parte del gobierno ha servido para implementar nuevas reformas y para crear nuevas oportunidades de empleo en el sector.
Entre las tecnologías cuya adopción ha sido más generalizada dentro del país están los drones, la maquinaria automatizada, el monitoreo satelital de cultivos y los sensores inteligentes. Todas estas tecnologías, por separado o trabajando de forma conjunta, buscan una mayor precisión en el diagnóstico y análisis del campo y las plantas. Los datos aportados por los drones, sensores y el sistema de monitoreo de cultivos permiten conocer, entre otras cosas, la cantidad necesaria de insumos necesaria en el campo. La creación de mapas con estos datos, comúnmente conocidos como mapas VRA o mapas de aplicación de tasa variable, crean un guion sobre la cantidad a aplicar que puede cargarse en la maquinaria automatizada. Ésta no sólo ahorra combustible al eliminar los errores del conductor, sino que también aplica de forma precisa los insumos y guarda en qué zonas ya ha estado.
Este tipo de innovaciones han sido fundamentales en Uruguay, reduciendo los costes en semillas, productos químicos y fertilizantes hasta un 30%, consiguiendo un rendimiento igual o superior.
El futuro de la tecnología agrícola en Uruguay
Uruguay está bien posicionado para capitalizar la creciente demanda mundial de alimentos producidos de forma sostenible, especialmente a nivel regional. Se espera que el sector agrícola siga impulsando la economía uruguaya, con previsiones que apuntan a un crecimiento constante de la producción agrícola y ganadera. Para conseguir este objetivo, la adopción de tecnología agrícola de vanguardia debe continuar a lo largo y ancho del país, para que la apuesta por métodos de producción naturales proporcione una base sólida para el crecimiento futuro.
También se espera que la propia tecnología en sí mejore sus capacidades. Mejores imágenes satelitales, una mayor automatización y robotización o la implementación generalizada de la IA son solo algunas de las mejoras que se esperan en los próximos años. Estos avances, combinados con avances en otras áreas, como la biotecnología y cultivos más resistentes, perfilan el futuro de la agricultura en Uruguay y en el mundo entero.
