Ayer, finalmente, se realizó la esperada marcha contra el maltrato a las mascotas.
Bajo un cielo amable y una brisa de otoño, un público numeroso se dio cita en las calles, con pancartas en alto y muchas —muchísimas— mascotas acompañando a sus dueños.
Más que una protesta, fue una expresión de afecto colectivo, una declaración pública de que los animales no están solos, de que cada golpe o abandono encuentra una voz que lo denuncia y lo enfrenta.
La caminata avanzó con respeto y emoción. Carteles con consignas como: “Por Mimo”, “Por Rex”, “No + al maltrato animal”, “No al abandono”, marcaron el paso firme de una causa que gana corazones.
Participaron familias, activistas, protectoras y jóvenes que tomaron la causa como propia, coreando: “Somos la voz de los que no tienen voz.”


