-¿Es posible que en torno a la opción que se maneja, se junten algunos hinchas de Ceibal, redacten una carta de pocas líneas y se la deriven a EL PUEBLO?
Definitivamente sí. Porque eso sucedió en la víspera y parece reflejar el multiplicado pensamiento de quienes son parte de la causa de Ceibal. Porque además en esas líneas escritas, una frase se transforma poco menos que en hoja de ruta: «si Ceibal se fusiona con Salto Fútbol Club, termina matando la esencia de Ceibal. O somos nosotros, o somos nosotros»».
***************
En ediciones pasadas de EL PUEBLO, el apunte en esa dirección informativa. Las primeras aproximaciones entre Ceibal y Salto Fútbol Club, a los efectos de ir impulsando una eventual fusión, son parte del nuevo presente. De todas maneras en el caso de Salto Fútbol Club, por ahora al hecho se lo considera como parte de una agenda que en el futuro podría reafirmarse, «aunque es obvio que nada está resuelto. Esto puede ser el comienzo de algo, pero sin certeza de fondo respecto a lo que se busca. O cuál es el fin».
Es obvio que esta situación se plantea, a partir de los hechos que son de pública notoriedad: la sanción de dos años al capitán Fabio Andrés Rondán y la quita de puntos resuelta desde el Trubunal Arbitral de la Liga Salteña de Fútbol. La bronca se encendió en tiendas de la entidad que preside Elio Rodríguez y es obvio que se extendió «al pueblo ceibaleño»-.
EL DECIR DE
LAS ASAMBLEAS
Puede suponerse que en las próximas semanas, se acentúe la comunicación entre las partes. Pero que conste desde el punto de vista informativo: lo sucedido en las últimas horas, obra como factor de aliento a un encuentro de futuro entre Ceibal y Salto Fútbol Club, sin tenerse en claro aún sobre qué base avanzar en materia de «negociaciones».
Porque un aspecto tampoco es menor: en cada caso deberá ser la asamblea de socios de cada club que determine si los pasos son posibles. La consulta a los socios será imprescindible, para descubrir el pensamientos de estos.
Aunque en Ceibal los coletazos de la rebeldía son puntuales frente a lo sucedido, saben algunos de sus dirigentes consultados, que «hay que actuar sobre razones y no emociones, para que llegado el momento no tengamos que hablar de arrepentimientos»
