Que el uruguayo mira todo a través de la política no es nada nuevo y para probarlo es importante demostrarlo. Podremos discernir las semejanzas y las diferencias existentes entre Uruguay y Argentina.
No acostumbramos inmiscuirnos en la situación de otros países, pero en el mundo actual resulta imposible entender algunos aspectos de la realidad sin hurgar en sus raíces.
En primer lugar nos ocuparemos del tema de la seguridad que preocupa tanto en Uruguay, como en Argentina y la región toda.
Una mirada rápida nos da idea de lo que se está haciendo. Se trata de ajustar o de disminuir la gravedad del tema, endureciendo las penas y procurando perseguir y evitar lo delitos en una desgastante tarea. No estamos en contra de esto. Pero tampoco creemos que el camino sea por este lado.
Al mismo tiempo la mirada política trata de evidenciar que la política actual es la acertada y todo lo que han hecho sus antecesores ha sido inadecuado, ineficaz y desacertado.
Vale decir que encarcelando más gente y por más tiempo, estaríamos resolviendo la situación.
Mientras tanto la delincuencia celebra. Nadie parece preocupado por la situación que se enfrenta, porque se sabe y muy bien que nada cambiará por este camino. Se endurecen las penas, se captura más gente y se las encarcela.
Que sepamos ningún delincuente piensa que los van a capturar, sino que lo hace afirmando que jamás será capturado, es decir nunca “perderá”
Hasta aquí nada habría para reprochar, excepto el hecho de que se crea que por este camino se lograrán las ansiadas soluciones. Harina de otro costal resultan las condiciones carcelarias y los submundos allí existentes.
El resultado puede verse en las cárceles. Es otro mundo donde rigen otros “derechos”, pero donde también manda “don dinero”. La corrupción campea y es “humano” que aquellas personas ubicadas en puestos claves, termine aceptando verdaderas fortunas, (que no ganarían con su sueldo, aunque trabajara toda su vida) por mirar para otro lado.
Todos sabíamos que la fuga de un “pesado” desde el propio centro de Montevideo, fue posible porque había contado con varias complicidades, pero a nadie le interesó hurgar a fondo, sino que se prefirió quedarse con la visión superficial e interesada.
Vale decir no se identificó a nadie. Se trató de convencer con las versiones relatadas.
Esta es la realidad. Que se insiste en no ver.
El endurecimiento de las penas resulta bueno cuando se trata de una de las medidas, pero habría que saber que de por si no cambian la cosas. Es además una de las medidas que aplicada y cumplida como se la explica, sus resultados son muy diferentes a cuando sus principales son corrompidos.
A.R.D.
Seguimos
dándoles pasto a las fieras
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/yumg
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/yumg