Hemos sostenido que uno de los mayores defectos de nuestro sistema es pensar en el corto plazo lo que nos lleva frecuentemente a poner la carreta de los bueyes, paradoja mencionada para señalar algo que no está ubicado en el lugar correcto para funcionar como debe.
¿Qué es lo que queremos decir?
Pues precisamente que no hace mucho tiempo, cuando se anunció el proyecto de la Central Hortícola del Norte – antes llamado Mercado del Norte – no sólo por su creación y su funcionamiento – sino por su rentabilidad, su eficiencia económica y sobre todo por los costos que insumiría, aspectos esenciales para su funcionamiento, dijimos que lo veíamos inviable.
Desde hace muchos años oímos hablar de este proyecto, pero ninguno de los que hemos conocido antes ha sido exitoso. Esto es lo que nos lleva a afirmar nuestra opinión porque el proyecto actual no es diferente.
Entendemos que para que un proyecto sea exitoso, debe tomar en cuenta no sólo su necesidad, su viabilidad, su capacidad de generar determinada ganancia para solventar la construcción de dicho proyecto en determinado plazo, sino otros muchos aspectos que enumeraremos.
A estos efectos se deben analizar y coordinar determinados elementos, como capacidad de repago, generación de divisas, ventajas frente a otras propuestas similares ya existentes y demás.
Mucho nos equivocamos o cuando se adoptó la decisión de construir la moderna Central Hortícola, muchos de estos aspectos fueron soslayados, dejados de lado. No se trata sólo de nuclear la producción de varias actividades en un solo lugar, sino que debe ser mucho más que eso para ser ventajoso.
Un proyecto que no tome en cuenta estos aspectos esenciales, seguro que no despertará interés en sus potenciales clientes e irá derecho al fracaso.
Cuando se mide un proyecto por sus resultados en el corto plazo, como puede ser la construcción como fuente de trabajo, le estamos errando. No se trata precisamente de lo que entendemos como un trabajo permanente porque inexorablemente terminará.
Mucho nos equivocamos o la Central Hortícola del Norte, ha pasado por alto aspectos esenciales de sus potenciales clientes y la realidad no perdona. No queremos que sea un proyecto fallido más, como la perforación infrabasáltica del Cerro (en el predio del cuartel militar) o la enfriadora instalada en el mismo lugar porque en definitiva, esto es dinero popular dilapidado.
A.R.D.