La decisión de Salto Grande de hacer algo para salvar la costa del Río Uruguay, sobre todo la que da hacia nuestro país, es una sabia decisión pero tenemos muchas dudas al respecto. En primer lugar que dice la academia sobre esta medida que se ha comenzado.
En segundo lugar salvar la costa del río es una buena medida, pero ¿qué supone? Los salteños podremos luego disfrutar de la costa del río o sencillamente se evitará que vaivén de las aguas producidas por las maniobras en la represa sigan con su erosión, exterminando la flora autóctona.
No podemos menos que celebrar que Salto Grande se haya decidido a contribuir para salvaguardar la costa uruguaya, debió hacerse antes. Lástima que recién después de casi 45 años de puesta en funcionamiento la central hidroeléctrica se hayan percatado del daño que se debió evitar que fue posible evitar, pero no se lo vio a tiempo.
En este caluroso verano, los salteños hemos aprendido a valorar mejor nuestra costa y en los lugares que es posible disfrutar de las refrescantes aguas del río así lo hace. Hay horas en que prácticamente no hay un solo lugar público disponible en la costa.
Salto ha aportado mucho a construcción de la represa y así lo hemos significado, Desde el sacrificio de las cascadas que dan nombre al departamento (el “Salto” de agua que existía donde hoy se levanta la represa).
La pérdida de las playas Las Cavas (así llamadas porque aportaron gran parte de los materiales que requirieron las construcciones de la ciudad). No lamentamos estas pérdidas, como tampoco responsabilizamos a la represa de algunas de las desventajas que corresponden a nuestra propia desidia, a nuestra irresponsabilidad.
Nos criamos en un Salto en el que el transcurrir de los arroyos Sauzal y Ceibal caracterizaban a la ciudad, No somos de los que consideramos que todo tiempo pasado fue mejor. Digamos que ha tenido ventajas y desventajas.
Eso sí, podemos afirmar con certeza que el hombre nada ha aprendido. Somos parte de un ecosistema y la flora y la fauna dependen en gran parte delo que hagamos. Podemos usarlos de manera que nos traigan muchos beneficios, pero también podemos arruinarlos y convertirlos en grandes problemas, sin notar que si se muere la naturaleza también morimos nosotros.
