Estimados lectores. El departamento de Salto, enclavado en el noroeste uruguayo, es mucho más que una región geográfica: es un espacio cargado de historia, producción, cultura y dinamismo social. Este trabajo periodístico busca recorrer y destacar las múltiples riquezas que lo conforman —culturales, productivas, sociales y económicas— con el objetivo de mostrar su valor estratégico para el país y su potencial como motor de desarrollo regional. Desde las aguas termales que atraen turismo internacional hasta sus plantaciones de cítricos que lideran exportaciones, Salto representa una síntesis del Uruguay profundo, resiliente y productivo.
Salto se erige como un territorio donde la tradición y la innovación conviven. Su riqueza cultural, anclada en figuras literarias y sitios históricos, dialoga con una economía agroindustrial pujante, una sociedad que se organiza y lucha por la equidad, y un turismo en expansión basado en recursos naturales únicos. No obstante, también enfrenta desafíos económicos y laborales que requieren políticas públicas sostenidas. Reconocer estas fortalezas y debilidades es clave para proyectar el futuro de un departamento que tiene todo para consolidarse como un pilar del desarrollo del interior uruguayo.
RIQUEZAS CULTURALES
Salto posee un patrimonio cultural significativo, reflejado en sus numerosos museos y monumentos históricos. Entre los museos más destacados se encuentran:
Museo del Hombre y la Tecnología: Ubicado en el antiguo Mercado Central de Salto, este museo exhibe cómo la evolución tecnológica ha influido en la vida de los habitantes de Uruguay y el mundo. Su colección incluye maquinarias agrícolas, relojes, cámaras fotográficas y hallazgos arqueológicos de 2000 años de antigüedad. Lamentablemente, hace años se encuentra cerrado al público, siendo una lamentable e inexplicable decisión de las autoridades, que menoscaba absolutamente la posibilidad de apreciar dicho caudal cultural.
Museo Casa Quiroga: Dedicado al escritor Horacio Quiroga, este museo alberga objetos personales del autor y su mausoleo. También cuenta con una sala dedicada a la poeta salteña Marosa di Giorgio. También, increíblemente su bagaje histórico no está disponible al disfrute.
Museo Las Nubes Casa de Enrique Amorim: Situado en la residencia del escritor Enrique Amorim, este museo exhibe objetos personales del autor y destaca por su arquitectura modernista inspirada en Le Corbusier. Al depender del Ministerio de Educación y Cultura (Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación) ha permanecido abierto a la ciudadanía, contando con actividades culturales.
Museo de Bellas Artes y Artes Decorativas “María Irene Olarreaga Gallino”: Monumento Histórico Nacional, reúne una vasta colección pictórica de destacadísimos artistas nacionales, es una verdadera reliquia que nada tiene que envidiar a centros culturales similares en cualquier parte del mundo. La Comisión de Amigos del Museo, ha venido realizando un brillante trabajo que mantenimiento y revalorización del lugar, manteniéndolo abierto al público en general.
La ciudad cuenta con más de treinta declaratorias de Monumentos Históricos Nacionales, incluyendo el Cementerio Central y áreas como el Puerto y el Ferrocarril.
RIQUEZAS PRODUCTIVAS
La economía de Salto se sustenta en una sólida base agroindustrial: Citricultura: Salto y Paysandú abastecen el 90% de la exportación de cítricos del país, incluyendo naranjas, mandarinas, pomelos, limones y kinotos. Hortifruticultura: La producción de hortalizas y frutas es significativa, con procesamiento local que impulsa la agroindustria. Ganadería: La producción de carne y lana tiene como destino el mercado internacional, siendo un rubro clave para el desarrollo del interior del departamento.
Además, la región cuenta con una zona agroindustrial al este de la ciudad, que alberga empresas dedicadas a la vinificación, producción de jugos, conservas, productos lácteos y embotellado de agua mineral.
RIQUEZAS SOCIALES
Salto se destaca por su compromiso con el desarrollo social: Centro de Referencia de Políticas Sociales: Es el primer centro de este tipo en Uruguay, brindando servicios de programas como Uruguay Crece Contigo y Accesos, y atención a personas mayores, monotributistas y emprendedores. Área Social de la Intendencia de Salto: Ubicada en 8 de Octubre 1459, ofrece diversos servicios sociales a la comunidad.
Estas iniciativas reflejan el esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los habitantes del departamento.
RIQUEZAS ECONÓMICAS
La economía de Salto es diversa y dinámica: Sector Agroindustrial: La producción y procesamiento de productos agrícolas y ganaderos es una fuente significativa de empleo y exportación. Turismo Termal: Salto es un centro turístico destacado en Uruguay, siendo la tercera ciudad más visitada del país. Los centros termales de Arapey y Daymán, junto con parques acuáticos como Acuamanía, atraen a miles de turistas anualmente. Comercio y Servicios: La ciudad cuenta con una infraestructura comercial sólida, incluyendo el Shopping Center de Salto, el más grande del norte del país.
Sin embargo, en 2024, la economía y el mercado laboral de Salto enfrentaron desafíos significativos, con una tasa de desempleo superior a la media nacional.
SALTO: HISTORIA DE UN CRUCE DE CAMINOS CON IDENTIDAD PROPIA
Ubicado a orillas del majestuoso río Uruguay, el departamento de Salto no solo debe su nombre a los rápidos que marcaban la navegación del río en tiempos coloniales, sino también a su papel estratégico en la historia del país. Desde sus orígenes como paso obligado entre el Litoral y el interior profundo, hasta convertirse en cuna de escritores, emprendedores y movimientos sociales, Salto ha sido un protagonista silencioso del devenir nacional.
La historia formal del departamento comienza en 1756, cuando se establece un campamento militar conocido como el Fuerte de San Antonio, como parte de los esfuerzos españoles por contener el avance portugués desde el Brasil. Aquel enclave militar sería la semilla de lo que, con los años, devendría en villa y luego en ciudad. En 1837, Salto fue oficialmente designado como departamento, consolidando su rol como centro regional clave.
Durante el siglo XIX, la ciudad fue escenario de episodios fundamentales: desde la presencia de Artigas y sus tropas en su lucha por la independencia, hasta las contiendas internas entre blancos y colorados. Por su posición geográfica y su infraestructura portuaria, Salto también fue testigo del auge del comercio fluvial y del ingreso de ideas y mercancías que lo convirtieron en un polo cultural.
La llegada del ferrocarril, las inversiones europeas y el desarrollo de la agricultura —en especial la citricultura— marcaron un antes y un después en su estructura económica. Ya en el siglo XX, la creación de empresas públicas como Salto Grande y el avance de la electrificación rural posicionaron al departamento como emblema del progreso nacional.
Además de su peso económico, Salto ha sido un semillero de la cultura uruguaya. Desde Horacio Quiroga hasta Marosa di Giorgio, pasando por figuras políticas y científicas, la ciudad ha brindado talento al país y al mundo. Esta riqueza cultural es visible hoy en sus museos, sus festivales y su vida universitaria.
Hoy, Salto combina ese pasado vibrante con desafíos modernos: mejorar su infraestructura, combatir el desempleo y aprovechar todo su potencial turístico, productivo y humano. La historia de Salto, por tanto, no es una página cerrada, sino una crónica en marcha, escrita por generaciones que aún creen que el norte también existe.
