La verdad sea dicha. Desde que la liguilla en la Liga Salteña de Fútbol fue institucionalizada en 1978, nunca en estos años un objetivo como el que propuso la delegación de Salto Uruguay, ayer a la noche en el Consejo Superior.
Más allá de los clubes de la Liga que accedan a esa instancia, incorporar al campeón de la divisional «B» y al campeón del fútbol de las Colonias Agrarias.

Desde el delegado y presidente Daniel Schiavi, se sostuvo que «de esa manera estamos haciendo realidad una liguilla integradora, generando una competencia de superior nivel e interés en el aficionado».
Se entiende desde Salto Uruguay que se puede captar «otro tipo de clientela», aludiendo sobremanera a los agrarios. Incluso con la chance de jugadores reforzando a los equipos, en un sistema de draft que suele aplicarse en el básquetbol, a los efectos de una mayor potencialidad a la hora de la acción.
El presidente Luis Arreseigor, apuntó a que «se trata de otra Liga, ajena a la Salteña, por lo que en ese caso habría que solicitar autorización a OFI».
Daniel Schiavi persistió en el punto, y planteó que en la sesión del 10 de mayo que será la próxima, «los delegados de clubes puedan pronunciarse. Si comparten la idea o no».
De surgir un ambiente favorable, deberá ser sometida la moción (de alguna manera lo es) a una asamblea extraordinaria. EL PUEBLO en buen romance había adelantado este apunte decano, que ayer a la noche se transformó en pronunciamiento público: que la liguilla tuviese un alcance de inter-Liga.
EN LA HORA DE DECIDIR
Hecho concreto es que permanece abierto todo lo relativo al sistema de disputa. Ceibal y Nacional unificarán sus proyectos, mientras se suman los de El Tanque, Salto Nuevo y Deportivo Artigas. Cuatro en total. Desde los delegados no surgen señales aún de predilección, porque en el caso de algunos, ayer a la noche recién accedieron a la cartelera de lo posible.
A cuenta de los neutrales es clave ir resolviendo un formato para exponerlo a conocimiento de quienes podrían sumarse como sponsor o colaboradores, en un año donde la complejidad económica vuelve a estar planteada. A despecho de ello, no hay quien no sostenga de «poder jugar el campeonato que sea, pero jugar».