Una encuesta dada a conocer recientemente afirma que al oficialismo (huestes del gobierno actual), le preocupa más la salud, en la actual pandemia, mientras que a la oposición, le inquieta más la economía.
Como si se tratara de dos cosas diferentes, cuando en realidad consideramos que están íntimamente relacionadas. La salud en la actual pandemia es una cuestión prioritaria, como también lo es la economía en el plano familiar.
Si consideramos como situaciones independientes a estos dos temas, resultará muy difícil trabajar en la dirección correcta, que indica que se debe considerar a ambas cosas como aspectos de la misma temática.
La salud es lo primero se sostiene por una parte, porque sin salud nada hay en la vida que justifique lo que se haga. Por otra parte se sostiene que con hambre, propio de la pobreza y la indigencia, no hay opción alguna y arriesgar la salud es sólo un paso más.
Para nosotros tan equivocada es lo uno como lo otro, considerar que son temas independientes es un error garrafal. Quien se preocupa por la salud en la actual pandemia, no está obligado ni quiere decir que desconozca la gravedad del restante problema.
Por su parte quienes adjudican a la situación económica y a la actual pobreza que tiene el país, toda la gravedad de la situación, también se equivocan. Conocer la cruda realidad de los pobres y los que tienen que salir a ganarse “la diaria” porque si no, no comen, no significa que deban desconocer o ignorar las consecuencias de la pandemia que se vive y que asola al mundo entero.
A que vienen estas reflexiones, pues al hecho de que me encuentro hastiado de ver como todo se politiza en nuestro país. Sabemos que toda la conducta humana se orienta en ideologías y en posiciones políticas, pero entendemos que hay situaciones y momentos en que al menos se deben suavizar o relegar las diferencias de las posiciones políticas, en beneficio del pueblo en general.
Esto en el Uruguay involucra a los dos grandes sectores existentes, oficialismo y oposición, porque tan culpable de lo que decimos son unos como otros. Sabemos que no es fácil, pero confiamos en que se haga un esfuerzo por minimizar la gravedad de los desencuentros (aquellos temas en los que se piensa diferente) y maximizar aquellos en los que se piensa igual, al menos en estos momentos.
Eso es lo que deseamos fervientemente, porque es la verdadera forma de destacarnos y no la foto, ni los abrazos, que quedan en la cáscara de lo verdadero.
A.R.D.