Morges, oriunda de Uruguay,Mercedes Rossier–Araujo cuenta su recorrido desde Salto,su ciudad natal hasta Morges, entre deseo de viajes y altruismo.
Uruguay, en idioma guaraní, significa “río de los pájaros“, situado al sur de Brasil y al este de Argentina, este pequeño enclave en tierras sudamericanas está impregnado de cultura europea.
“Con tres millones de habitantes, somos los más pequeños en comparación a los grandes vecinos“, comenta Mercedes.
Nació en Salto, el 1º de diciembre de 1950, una ciudad del norte del país, «éramos una familia pobre de 8 hijos».
«Yo quería ser Cirujana»
Después de la escuela obligatoria, había que saber rápidamente, qué queríamos hacer como profesión.
Existía una formación en la Escuela Industrial, «no me gustaba la costura, ni pensar de hacer esa escuela», recuerda Mercedes. A los 11 años ella quería ser cirujana. Una abogada, clienta de su mamá (Jacinta Balbela de Delgue), lavandera, le permitió de concretar su deseo.
Ella fue nombrada a un puesto a Montevideo y yo pude seguirlos, con su familia para estudiar, la Dra. puso como condición, pasar el primer año de bachillerato, en Salto. «esto lo escuché bien y tragué mis libros»,ríe, Mercedes.
En Montevideo, ella es «la chica» de la casa, de esta familia de dos hijos. «Son como hermanos», precisa ella.
Cuando se proponía a empezar los estudios de medicina, Mercedes visualiza que terminaría su formación,cerca de 28 – 30 años,a ella que quería viajar,esto no la entusiasmaba, «me informé sobre cada rama de la Facultad de Medicina, la Enfermería no solo era más corta, sino reconocida mundialmente» explica esta enfermera, apenas jubilada.
La escuela de Enfermería, parte integrante de la Facultad de Medicina de la capital.
GANAS DE
OTRA COSA
Es en 1973,fecha del golpe de Estado, que el país vive bajo la dictadura, que dura hasta 1985. Entonces en plena formación Mercedes y sus compañeras pudieron obtener el diploma con un año de atraso debido al clima político del año 1973. Ella comienza su carrera en el Hospital Universitario de Montevideo, en neurocirugía, «me gustan los casos complicados, que el paciente dependa todo de mí» agrega esta apasionada.
Su primeros contactos con Suiza, «había postales de Yverdon y Neuchatel, en mi servicio, recuerdo muy bien la imagen de La Collegiale de Neuchatel» cuando la situación política comienza a empeorar, Mercedes sueña con partir. Dos posibilidades se presentan, Suiza y Australia.
Garcias a colegas que estaban aquí, los lazos se forman entre los dos países.
«En ese momento no me gustaba el francés,prefería el inglés, en Australia hacía calor, sin riesgo de nieve ni de altas montañas» ríe, está acostumbrada a climas tropicales.
“En 1976, después de 3 años en al Hospital de Clínicas,un grupo de 10 enfermeras, parten para Suiza, yo conocía 2 que venían a Morges, y decidí darles un sobre con mis documentos a una de mis amigas.
Yo recibí enseguida la respuesta que había un puesto para mí», recuerda ella.
No se sentía aún pronta suficientemente con el francés, Mercedes decide hacer tres meses de curso intensivo en la Alianza Francesa.
A TRAVÉS DE LA
SUIZA ROMANDE
Llega a Suiza en Agosto del mismo año,después de un largo viaje,que lo hace sola. Comienza a trabajar en el Hospital de Morges; «era tan lindo, que pensé que era un hotel», entonces en el servicio de Ginecología, que realmente no le gustaba mucho.
«Cambié al Hospital Cantonal de Ginebra, en 1979, en neurocirugía», como no encontró apartamento en la ciudad de Calvin, Mercedes cambia nuevamente a Sion, “en esa época conocí un valesano“, sonríe ella, seis meses después, Mercedes pide de volver a Morges.
Es aquí donde conoce a su futuro marido,Pierre-Alain Rossier;“era uno de mis pacientes, había sido operado, y transferido a Cuidado Intensivo,» comenta ella. Se casaron en 1986, a la época viven en Denges. Madre de dos hijos, Michael y Ludovic, Mercedes ha vuelto a Uruguay,« cuando era soltera iba todos los inviernos, no me gusta el frío, para mi Navidad es con 40 grados», ríe esta luchadora.
Jubilada desde hace una año. Mercedes continúa trabajando 3 días por semana, en un Laboratorio de Análisis Medicales de Morges, Polyanalytic.
«Mis manos funcionan, mi cabeza también, continúo de trabajar por placer», explica esta apasionada.
Traducido del diario de «LA COTE» Rúbrica; Comunidades; del 28.07.2016 periodista.
Noemi Desarzens, de Morges.
Una enfermera de espíritu viajero que recaló en Suiza
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