Son de esos jugadores juveniles que en un día no muy lejano, decidieron acumular sueños en la mochila y se fueron a Montevideo. Algunos lo hacen a resonancia plena en función de los antecedentes y otros, desde el silencio. Casi en puntas de pie.

Este es el caso de MANUEL ROCHA, que de última jugó en divisiones juveniles del Racing Club de Montevideo. Pero el hecho es que retornó a nuestro medio y el fin no es volver 500 kilómetros al sur. En las últimas horas comenzó a trascender su historia y su presente.En este caso nada más atendible que la frontalidad: al juvenil se le abren dos posibilidades. Los nombres en concreto: Gladiador o Salto Fútbol Club. Antes de que concluya la semana su futuro inmediato puede definirse. Por uno o por otro. En tanto desde ya a este nombre hay que tenerlo en cuenta. Los que lo vieron jugar saben de sus aptitudes reales. Las tienen. Jugando a una escala mayor, habrá que comprobarlo.