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ctualmente cuenta con un espacio en Radio Arapey denominado “Honrar la vida” todos los días a partir de las 23.00 hasta las 24.00 horas.
Tuvo la suerte de nacer en un ámbito familiar donde siempre se prodigó el amor y el reconocimiento al prójimo, conductas que lo inspiraron a tomar un rumbo afín en su transitar diario.
Richard Soto (42) se crió en Vilardebó al 1800 entre Morquio y 25 de Mayo.
Se autodefine como un hombre de hierro por fuera, pero con un corazón que se derrite continuamente ante el dolor ajeno.
“Cuando tuve, dije tengo y doy, cuando no, confronté y dije no tengo, pero di siempre la cara
Hoy regreso triunfalmente con un proyecto como es La Bohemia, que pretende desde su lugar también hacer su aporte social”.
PERFIL DE UN
LUCHADOR SOCIAL
“Fue fantástica mi vida de niño… cuando naces en un barrio los valores que se le da a todo es fundamental, con un profundo sentido humanitario de profundidades, la concepción del amor y el concepto de familia” – reflexionó al comienzo de nuestro “Al Dorso”.
Considera que en los barrios es donde mayoritariamente se gesta la contemplación hacia el vecino, el respeto hacia el otro y la expresión solidaria.
En ese mismo seno se inculca el sentimiento de tratar de “ser alguien en la vida”…
De los barrios – en la concepción del empresario y religioso – salen figuras que son reconocidas internacionalmente, profesionales y personalidades destacadas, y el sentido de honestidad que forma parte de honrar la vida.
“LA VIDA ESTA COMPUESTA
POR LA SAL Y LA MIEL”
– ¿Cuántos hermanos?
– “Cuatro… dos y dos… Graciela, Jorge, Rossana y yo… somos unos privilegiados pues fuimos criados con mucho amor.
Siempre digo que la vida está compuesta por la sal y la miel.
Y algo para rescatar es que los cuatro hermanos trabajamos con actividades relacionadas con el bien social, tan como fuimos criados y todo se lo debemos a la familia… a nuestros padres Jorge y Blanca”.
“MI MADRE FUE Y
SERÁ EL GRAN AMOR
DE MI VIDA”
A gusto con el diálogo y visiblemente movilizado, Richard muestra en todo momento su costado místico y confiesa que su madre “ha sido y será siempre el gran amor de su vida”.
De esa formación vino el respeto, la tolerancia y la compresión, ingredientes que hacen a la integridad humana.
– El querer colaborar, donar, estar con el necesitado y hacer obras que contribuyan a la sociedad carenciada ¿Es un accionar que lo ha acompañado siempre?
– “Recuerdo desde niño llegar gente a mi casa, una mesa muy grande y el que coincidía a la mañana, era invitado a almorzar.
El culto a la generosidad, viene desde mi bisabuela.
Fíjese que hoy estoy a punto de abrir un comedor – merendero para la tercera edad, pues observo muchísimo la realidad de los ancianos.
Dieron todo en su vida y luego son dejados de lado… son archivados por la sociedad.
Mi bisabuela murió muy viejita, abrazada a mi hermano Jorge.
Ese sentimiento de bisnieto, de cuidarla hasta el último momento, nos quedó grabado a fuego.
Ella fue una gran generadora de valores y esos sentimientos hoy comparto con mis sobrinos, que son como mis hijos.
Ello se trae cuando se nace en un hogar donde se respira amor, ternura, mimos y caricias
También el hacernos ver nuestras debilidades y virtudes”.
COMEDOR Y MERENDERO
PARA LOS MÁS
NECESITADOS
“HAY QUE TENDER MANOS”
– ¿Se siente querido por la gente?
– “Absolutamente querido… soy un tipo que brindo mucho amor, desde que me levanto hasta que me acuesto.
Siempre me voy a dormir pensando en el otro… en varias oportunidades he atendido una llamada a altas horas de la madrugada, porque sé que el que ne llama me necesita.
La gente que me acompaña todos los días de mi vida, me dice que debo desconectarme… pero no es así…
Yo nací para servir y quiero un día irme brindando siempre mis oídos, la contención y la ayuda.
Una vez un periodista me preguntó si con esta forma de ver las cosas no fomentaba la dependencia y yo le contesté que no… ¿Qué te parece a vos si hay alguien que golpea a tu casa y te dice que golpeó cien puertas buscando trabajo y ninguna se me abrió?
Así sea un hombre, porque también a él se lo discrimina por el hecho de ser hombre.
En el merendero que llevé adelante durante años, había 88 gurises a mi cargo, 20 adultos y 5 hombres.
Se me cuestionó muchísimo el por qué le daba un plato de comida a ellos.
A veces hay que indagar antes de opinar, porque para un hombre ir a pedir es indigno.
Por eso sostengo: hay que tender manos”.
“AYUDAR… AYUDAR…
SIEMPRE AYUDAR
SIN MIRAR A QUIEN”
Hoy tiene la mira en ese comedor para la tercera edad, porque es conciente de las necesidades, sobre todo de la gente mayor que le comenta a menudo “no llegamos a fin de mes… a los quince o veinte días ya no nos queda nada de la jubilación, ni para comprar el pan.
Esa realidad me conmueve, me parte el alma.
A veces se hablan de políticas sociales y no se es conciente de lo que en verdad sucede.
Me he movido entre los barrios y la gente y sé las dificultades que viven… los contextos sociales críticos.
Me tocó trabajar con los barrios Fátima y Villa España, con mi obra social.
Nadie me puede venir a hablar de lo que es el hambre (se quiebra en lágrimas)… yo lavaba mamaderas, algunas hasta con restos de alcohol, porque esa madre no tenía nada para darle a su hijo.
Esa situación fue muy fuerte para mí… por eso enseñarles, educarlos, lavarle las manos, generarles hábitos me llevó a templar mi personalidad, a ser más amable y amoroso”.
Distingue a personas que más allá de ideas, religiones y partidos políticos han brindado lo mejor de sí, pero aún falta mucho por hacer.
“Primeramente está el ser, luego el tener, hay que aprender a desprenderse y los políticos tienen que ser concientes de que han llegado al podio, gracias al pueblo que los llevó allí… no se tienen que olvidar nunca del que menos tiene.
A lo largo del tiempo he dialogado con hombres y mujeres de todos los partidos políticos, intendentes, senadores, diputados y jefes de policía.., me han convocado para varios proyectos y ello me ha hecho sentirme respetado y querido.
Pocos días atrás, cuando inauguré La Bohemia (disco – pub) me acompañaron todos.
Permito que me hagan ver cuando me equivoco, porque quiero reparar mis defectos para que puedan tornarse en virtudes”.
g
Su filantrópico modo de ver la existencia
“Soy un convencido que en este proyecto
llamado vida todo se puede”
Actualmente cuenta con un espacio en Radio Arapey denominado “Honrar la vida” todos los días a partir de las 23.00 hasta las 24.00 horas.
Tuvo la suerte de nacer en un ámbito familiar donde siempre se prodigó el amor y el reconocimiento al prójimo, conductas que lo inspiraron a tomar un rumbo afín en su transitar diario.
Richard Soto (42) se crió en Vilardebó al 1800 entre Morquio y 25 de Mayo.
Se autodefine como un hombre de hierro por fuera, pero con un corazón que se derrite continuamente ante el dolor ajeno.

“Cuando tuve, dije tengo y doy, cuando no, confronté y dije no tengo, pero di siempre la cara
Hoy regreso triunfalmente con un proyecto como es La Bohemia, que pretende desde su lugar también hacer su aporte social”.
PERFIL DE UN
LUCHADOR SOCIAL
“Fue fantástica mi vida de niño… cuando naces en un barrio los valores que se le da a todo es fundamental, con un profundo sentido humanitario de profundidades, la concepción del amor y el concepto de familia” – reflexionó al comienzo de nuestro “Al Dorso”.
Considera que en los barrios es donde mayoritariamente se gesta la contemplación hacia el vecino, el respeto hacia el otro y la expresión solidaria.
En ese mismo seno se inculca el sentimiento de tratar de “ser alguien en la vida”…
De los barrios – en la concepción del empresario y religioso – salen figuras que son reconocidas internacionalmente, profesionales y personalidades destacadas, y el sentido de honestidad que forma parte de honrar la vida.
“LA VIDA ESTA COMPUESTA
POR LA SAL Y LA MIEL”
– ¿Cuántos hermanos?
– “Cuatro… dos y dos… Graciela, Jorge, Rossana y yo… somos unos privilegiados pues fuimos criados con mucho amor.
Siempre digo que la vida está compuesta por la sal y la miel.
Y algo para rescatar es que los cuatro hermanos trabajamos con actividades relacionadas con el bien social, tan como fuimos criados y todo se lo debemos a la familia… a nuestros padres Jorge y Blanca”.
“MI MADRE FUE Y
SERÁ EL GRAN AMOR
DE MI VIDA”
A gusto con el diálogo y visiblemente movilizado, Richard muestra en todo momento su costado místico y confiesa que su madre “ha sido y será siempre el gran amor de su vida”.
De esa formación vino el respeto, la tolerancia y la compresión, ingredientes que hacen a la integridad humana.
– El querer colaborar, donar, estar con el necesitado y hacer obras que contribuyan a la sociedad carenciada ¿Es un accionar que lo ha acompañado siempre?
– “Recuerdo desde niño llegar gente a mi casa, una mesa muy grande y el que coincidía a la mañana, era invitado a almorzar.
El culto a la generosidad, viene desde mi bisabuela.
Fíjese que hoy estoy a punto de abrir un comedor – merendero para la tercera edad, pues observo muchísimo la realidad de los ancianos.
Dieron todo en su vida y luego son dejados de lado… son archivados por la sociedad.
Mi bisabuela murió muy viejita, abrazada a mi hermano Jorge.
Ese sentimiento de bisnieto, de cuidarla hasta el último momento, nos quedó grabado a fuego.
Ella fue una gran generadora de valores y esos sentimientos hoy comparto con mis sobrinos, que son como mis hijos.
Ello se trae cuando se nace en un hogar donde se respira amor, ternura, mimos y caricias
También el hacernos ver nuestras debilidades y virtudes”.
COMEDOR Y MERENDERO
PARA LOS MÁS
NECESITADOS
“HAY QUE TENDER MANOS”
– ¿Se siente querido por la gente?
– “Absolutamente querido… soy un tipo que brindo mucho amor, desde que me levanto hasta que me acuesto.
Siempre me voy a dormir pensando en el otro… en varias oportunidades he atendido una llamada a altas horas de la madrugada, porque sé que el que ne llama me necesita.
La gente que me acompaña todos los días de mi vida, me dice que debo desconectarme… pero no es así…
Yo nací para servir y quiero un día irme brindando siempre mis oídos, la contención y la ayuda.
Una vez un periodista me preguntó si con esta forma de ver las cosas no fomentaba la dependencia y yo le contesté que no… ¿Qué te parece a vos si hay alguien que golpea a tu casa y te dice que golpeó cien puertas buscando trabajo y ninguna se me abrió?
Así sea un hombre, porque también a él se lo discrimina por el hecho de ser hombre.
En el merendero que llevé adelante durante años, había 88 gurises a mi cargo, 20 adultos y 5 hombres.
Se me cuestionó muchísimo el por qué le daba un plato de comida a ellos.
A veces hay que indagar antes de opinar, porque para un hombre ir a pedir es indigno.
Por eso sostengo: hay que tender manos”.
“AYUDAR… AYUDAR…
SIEMPRE AYUDAR
SIN MIRAR A QUIEN”
Hoy tiene la mira en ese comedor para la tercera edad, porque es conciente de las necesidades, sobre todo de la gente mayor que le comenta a menudo “no llegamos a fin de mes… a los quince o veinte días ya no nos queda nada de la jubilación, ni para comprar el pan.
Esa realidad me conmueve, me parte el alma.
A veces se hablan de políticas sociales y no se es conciente de lo que en verdad sucede.
Me he movido entre los barrios y la gente y sé las dificultades que viven… los contextos sociales críticos.
Me tocó trabajar con los barrios Fátima y Villa España, con mi obra social.
Nadie me puede venir a hablar de lo que es el hambre (se quiebra en lágrimas)… yo lavaba mamaderas, algunas hasta con restos de alcohol, porque esa madre no tenía nada para darle a su hijo.
Esa situación fue muy fuerte para mí… por eso enseñarles, educarlos, lavarle las manos, generarles hábitos me llevó a templar mi personalidad, a ser más amable y amoroso”.
Distingue a personas que más allá de ideas, religiones y partidos políticos han brindado lo mejor de sí, pero aún falta mucho por hacer.
“Primeramente está el ser, luego el tener, hay que aprender a desprenderse y los políticos tienen que ser concientes de que han llegado al podio, gracias al pueblo que los llevó allí… no se tienen que olvidar nunca del que menos tiene.
A lo largo del tiempo he dialogado con hombres y mujeres de todos los partidos políticos, intendentes, senadores, diputados y jefes de policía.., me han convocado para varios proyectos y ello me ha hecho sentirme respetado y querido.
Pocos días atrás, cuando inauguré La Bohemia (disco – pub) me acompañaron todos.
Permito que me hagan ver cuando me equivoco, porque quiero reparar mis defectos para que puedan tornarse en virtudes”.
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