Siempre nos ha llamado la atención como se puede exponer con tan pocas palabras, un pensamiento tan complicado. Es lo que pensamos de la frase atribuida a Pablo VI “Si quieres la paz, trabaja por la justicia…”
Lo que pocos saben es que esta frase está incompleta, porque en el pensamiento del Papa mencionado agregaba “si quieres la justicia, defiende la vida, si quieres la vida, trabaja por la verdad, la verdad revelada por Dios…”
Es que cuando alguien hace referencia a la guerra, difícilmente pueda evaluar todos los aspectos que inciden en la situación. No sólo la ambición humana, que seguramente es el primer interés…”
Sin dudas que es doloroso, pero hay también que saber que una de las formas de volcar la opinión pública en contra de un sector, es mostrar los bombardeos, el daño, la destrucción y muerte de un bando, no del otro.
Hay además que tener en cuenta que las verdaderas víctimas las pone el pueblo, porque los muertos, los soldados, las familias diezmadas y demás nunca son de los que mandan o declaran las guerras, sino del pueblo, ruso y ucraniano en el caso que nos ocupa.
Pero además hay otras consecuencias negativas para el pueblo, que debe pagar más por todo lo que se importa.
Es más, hay quienes lucran con la situación de guerra y sacan el mejor y mayor rédito de la situación. Es que consideran que la guerra es también una oportunidad y lejos de dolerse por el sufrimiento de la población, ellos venden mejor, a precios más altos todo lo que industrializan.
No nos olvidemos de los “señores de la guerra”, aquellos países que producen y luego venden armas a los países en guerra. Se preguntará Ud. y nos preguntamos, ¿Qué pasaría si no tuviéramos armas para defendernos? ¿Estaríamos a expensas de las ambiciones de los países que quieren arrebatarnos lo que es nuestro?
Nuestro sueño es que no haya conflictos, que las ambiciones y los propósitos se resuelvan en el campo de la diplomacia y para ello debe imponerse la verdad como bien supremo.
En estos momentos no se puede desconocer que los Estados Unidos se levantan como gendarmes del mundo y se involucran por lo que entienden como paz justa y valedera, demonizando al enemigo.
Entendámonos bien. Al mismo tiempo se venden grandes cantidades de armas y se establecen otras condiciones. Esta no es la paz que pretendemos, sino una forma más de “hacer negocio” y por lo tanto harto rechazable.
A.R.D.









