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lunes, 26 de mayo de 2025
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Salto

Que la pelota entre, lo demás es cuento….

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Diario EL PUEBLO digital
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Son 8 partidos en la primera fase. Dos ruedas. Todos contra todos. De cinco selecciones avanzan dos. Por lo tanto, de local vencer es básico. 

Un empate no amarga el café, pero lo entibia.

Ya no sería lo mismo. Para disfrutar, hay que sumar de a tres. 

Y disfrutar en este caso, significa haber contemplado la misión. Por eso el 2 a 1 de Salto frente a Tacuarembó, adquiere ese valor desde lo matemático, más allá del contenido, de la exposición argumental, de los vaivenes en pro de una idea más o menos rescatable.

Salt ganó y sumó tres puntos. 

Comparte la punta con Rivera y ahora se viene Paysandú. Lo que cuenta es eso. 

No sobrevaloramos la ambición de un fútbol rico en matices, porque esta selección salteña de mayores llegó al debut con menos de un mes para asociarse. Se hizo lo que pudo. Y da la sensación que lo que se pudo no fue suficiente. 

Sobre todo por esa versión a contramano del primer tiempo, con el Salto normalmente vacío de recursos para elaborar propuesta y para colmo de males, Tacuarembó fue aplicador a rajatabla de una misión clave: asfixiar en la partida.

El Salto del segundo tiempo, comenzó a ser otro, incluso remodelado en la faceta anímica. Hasta liberado de tensiones naturales propias del debut y con 2.000 aficionados en la tribuna. No se vuelve un equipo creíble, cuando la mayoría de esos jugadores nunca antes habían participado de un fin colectivo. ¿O el fútbol no es esencialmente acaso, un fin colectivo?

LOS DESAJUSTES 

DE LA MECÁNICA

Todo a destiempo en el primer tiempo y sobre todo, el no producir el efecto creador, que puede surgir a partir del pase que enlaza. Por eso, Salto dividió siempre y para colmo perdió en la mayoría de las pelotas divididas. No abastecer a Javier Vargas es un pecado y el «Zurdo» Fagúndez-Emiliano Maciel (externos los dos en zona de medio campo), cayeron en la trampa de ese anticipo rival. No pesaron ni Toriani ni Barrientos. 

A la dupla de centrales le costó demasiado imponer consigna. Perdieron pié. Como diques de contención, la fragilidad expuesta.

En la recta final, Salto cobró vida por algunos aspectos básicos: 

1) el poder de la actitud. 

2) el más aceitado funcionamiento 

3) el combate por el control de la pelota, ya no tanto bajo dominio rival. 

4) la dinámica de movimientos en los metros finales.

*********

El segundo gol, el del «Toti» Vargas, al amparo de esa verdad. La pelota surcando el área, la proyección de ideas encadenadas, el vuelco sobre la derecha y Vargas para sentenciar desde su instinto mágico. El floridense no es de los que duda: decide. Tiene con qué.

Pero el hecho de haber ganado por sobre todo. Porque fue el debut. 

Y el debut siempre es un túnel de final incierto: sombras o luces. De lo que se trata, más allá de conceptos, ES QUE LA PELOTA ENTRE PARA GANAR….PORQUE A VECES LO DEMÁS ES CUENTO!

Si de cinco clasifican dos, si de local se vence y se enchufan los circuitos de la ilusión, si los tres puntos implican la validez en sí mismo, definitivamente acude el valor de la matemática, Esta selección puede asentar evoluciones a partir de jugar, porque en el ciclo previo ha jugado poco y nada. Los tiempos fueron menos que mínimos. 

Eso es terminante como conclusión.

Aunque ahora no se trata de un viraje al pasado reciente. El mañana es lo que cuenta para esta selección, a partir de la razón motivacional del 2 a 1.

Por ahora nada es definitivo. Pero sumar no es cosa menor. Casi….un mandamiento.

      -ELEAZAR JOSÉ SILVA-

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