“¡Muchachos…!
A la quinta Recaeta,
cada cual con su cometa.
Ay, que la mía no sube.
Ay, que sube
sube sube, mi cometa
y no el viento
sino mi corazón
le presta movimiento”
LÍBER FALCO
Con cuanta emoción esperábamos turismo desde pequeños muchos de nosotros para remontar nuestra cometa, esa que nos había hecho un hermano, un amigo, un tío o nuestro padre.
Pero el tiempo ha pasado y hoy vemos con nostalgia como los niños ya no esperan turismo con las mismas ansias que antaño por remontar cometas…
Por eso hoy en nuestra sección semanal Al Dorso, visitamos a un hacedor de cometas artesanal, con más de 50 años en el arte, quien contó los secretos de una buena cometa para que suba alto y mostró su desazón porque ya no se ven tantas cometas como antes en el cielo.
“YO ME CRIÉ HACIENDO COMETAS”
Marcelo Gallarreta Dandaluz, nació el 28 de febrero de 1949, en Andrés Latorre al 1400 lugar donde aún vive con sus hijos y nietos, y sobre la pared de su casa que da a la vereda luce un cartel que dice “se hacen cometas, toque timbre”.
Es que Marcelo hace cometas de una forma artesanal desde hace más de cincuenta años y ha tomado este arte como oficio, ya que a su casa concurren tradicionalmente en esta época del año cientos de salteños aficionados a elegir su cometa “Gallarreta” para turismo, porque éstas ¡seguro suben!
Es el cuarto de ocho hermanos y de muy pequeño le gustó hacer y remontar cometas, “yo me crié haciendo cometas, en mis tiempos esto era todo campo”, dijo señalando con sus brazos todo alrededor “y en turismo todos remontábamos cometas, y yo empecé haciéndolas para los amigos y mis hermanos, siempre me gustó, hasta que me empezaron a pedir y me entusiasmé a hacerlas más elaboradas y de ahí no paré más”, comenzó contando Marcelo.
EL SECRETO PARA QUE UNA COMETA SUBA ALTO
El secreto para una buena cometa está en las cañas y los tiros, así dijo Marcelo, “hay que tener en cuenta que las cañas sean todas de la misma tajada y que todo esté bien medido para que quede equilibrada y los tiros, que son la base de la cometa. Yo aprendí solo, a hacer cometas y con los años fui cada vez perfeccionándome más”.
Cuando le preguntamos sobre el material que utiliza dijo, “de caña, siempre las hice igual, pero antes era con un papel uruguayo que venía de color liso y fuerte, después apareció el papel de coco que ahora no existe más, y ahora el celofán porque son colores muy lindos y a mí me gusta hacerlas de celofán, pero he hecho hasta con papel de regalo. Las cañas, tengo un vecino que me regala y después compro el celofán y otras cosas”, comentó.
“GRANADA” ES LA PREFERIDA Y HASTA SE LA ENCARGAN PERSONAS MAYORES
“Hago cometas, faroles, de todo tipo, las que más piden son la granada, que es redonda con roncadores y flecos, después está la bomba que es toda redonda con flecos, la estrella que tiene todo roncadores en la vuelta, el lucero que tiene tres banderitas para arriba, también está el farol y así varios modelos pero el que más piden es la granada”, comentó este artesanal hacedor de cometas, que llegó a vender entre ochenta y cien cometas en la feria dominical de la plaza de deportes “en otros tiempos”.
Pero no solo los niños remontan cometas, “acá viene gente grande, parejas, novios y gente mayor que hace muchos años me compran y todos los años vienen a buscar su cometa para remontarla en el campo o en lugares libres, han venido hijos de esas personas a las que yo les vendía y que me siguen comprando también”, agregó.
LOS CONCURSOS DE COMETAS YA CASI NO SE VEN
“Las cometas Gallarreta son garantía de que suben bien” dijo sonriendo al hacer mención a su apellido como marca, “porque han ganado varios concursos” agregó entre risas, rememorando antiguos campeonatos en Villa Constitución, en las Termas, o la Costanera Norte, “pero ahora ya no se hacen más, es una lástima porque hay mucha gente a la que le gusta remontar cometas y no tienen el espacio para hacerlo y es algo muy divertido, a mí me encanta”.
Marcelo se tomó unos segundos para reflexionar y con la mirada baja comentó, “lo que pasa es que ahora todo cambió, hay muchos celulares y los gurises no son muy de remontar, y a mí un poco me perjudica, también esas cometas de nylon que vienen ahora con cañas de plástico para los niños también me ha quitado trabajo, pero no tienen nada que ver con una cometa artesanal de estas que suben bien alto”.
UNA COMETA DE UN JUGADOR DE ALMAGRO DE 2 METROS
“La cometa más novedosa que me acuerdo haber hecho fue un muñeco de fútbol con los colores de Almagro, me pidieron para remontarla en la cancha de Almagro y yo fui a verlo para ver si subía y subió lo más bien. Medía como dos metros y tenía las manos en las caderas como si estuviera parado, vestido de jugador de fútbol y eso es lo que más me acuerdo como novedad. Ahora lo más que te pueden pedir es un farol grande”
DESDE $60 UNA GRANADA Y A ELECCIÓN
“Ayer (por el domingo) fui a la feria (de la plaza de deportes) a vender y muchas personas se acercaron a felicitarme porque son muy pocas personas las que continúan haciendo este tipo de cometas, algunos hacen un año o dos, pero yo debo hacer más de cincuenta años que hago estas cometas. Y yo debo de ser uno de los que las vende más barato porque un farol grande anda en los $150, las granadas van de $ 60 para arriba, ahora estoy haciendo pedidos porque no pensaba que iba a vender tanto en la feria y me quedé sin nada, me fue bárbaro”, comentó.
HACER COMETAS “ME ENCANTA…ME VUELVE A LA INFANCIA”
Marcelo es muy celoso de su trabajo “a mí no me gusta que me ayuden porque soy muy detallista y las hago a mí modo, tengo mi tiempo para hacer los armazones, para marcar y las hago yo solo, pero a mi hija le gusta también así que creo que ella va a ser mi sucesora en esto”, dijo nuevamente con una gran sonrisa mientras su hija allí presente asentaba lo dicho por su padre respondiendo con otra sonrisa y un gesto con su cabeza.
“A mí me encanta hacer cometas, sino no lo haría, me vuelve a la infancia, y me gusta remontar también, además ahora tengo dos nietos y voy con ellos a remontarlas”, dijo sonriendo nuevamente.
DESDE “LOS INDIOS” DEL CARNAVAL
Pero Marcelo Gallarreta también es muy conocido por su faceta carnavalera, es que de muy joven participó en la fiesta del rey momo con carros alegóricos y disfraces de todo tipo, una pasión que heredó otro de sus hijos. “Yo voy a dejar en buenas manos todo lo que hago porque mi hija anda bien con las cometas y a mi hijo le gusta el Carnaval como a mí”, comentó.
“Yo tenía 18 años y con unos amigos escuchamos que la Comisión de Carnaval llamaba a inscripción para máscaras sueltas y dijimos ¿por qué no vamos? Así salimos con los indios. Y estuvimos quince años así, ya era una tradición salíamos con un carro alegórico. Después empecé a hacer todo tipo de carros, yo he desfilado con Rosaluna, Martha Gularte, y cantidad de personas que hace años salían acá. La mayoría son primer premio. Este año saqué el primer premio con el payaso. Y eso es otra cosa que me encanta, yo a veces miro un dibujo y agarro el alambre y ya lo empiezo a armar todo enseguida”.
Respecto al carnaval que actualmente disfrutamos, Marcelo dijo notarlo un poco frío. “Ahora yo lo que veo es que para desfilar está bien, pero le falta alegría a la gente, yo no sé si es porque antes podía entrar la gente de barrio, pero ahora yo veo que a veces están cenando o hablando entre ellos y hasta ni nos miran, y a lo mejor les preguntás después qué vieron y ni saben. Antes la gente aplaudía más y nosotros nos valemos de eso, de la alegría de la gente. Por eso yo lo veo más frío ahora”, comentó.
Sin embargo, nada aleja a Marcelo de hacer lo que tanto disfruta, “yo pienso seguir hasta que el cuerpo aguante, como dijo Luis Sandrini, yo me siento bien y con fuerza, y ya estoy pensando el carro que voy a hacer para el año que viene”, finalizó diciendo.