Se celebran 55 años de la iglesia “Asambleas de Dios Aposento Alto” en Salto
El Pastor Miguel Campos (57) – quien lidera la Iglesia Asambleas de Dios Aposento Alto brindó sus expresiones a nuestra redacción – al celebrarse 55 años de la iglesia.
Luego de estar como misionero junto a su familia en Paraguay, Argentina, Haití y República Dominicana retornó a su ciudad de origen hace siete años atrás y comenzó a dirigir el grupo religioso aquí en Salto. “En lo personal puedo decir que soy nacido en el camino del Evangelio, en esta congregación.
Las Asambleas de Dios están en nuestro país desde el año 1946 y Aposento Alto fue fundada en 1963 con una campaña que comenzó un misionero norteamericano en una iglesia ubicada en las calles Santa Rosa y Avda. Batlle.
Allí comenzó la campaña evangelísitica formándose la congregación.
Desde hace tres años el punto de reunión es en Beltrán 275 entre Rivera y Varela.
-¿Qué reflexión le merece su transitar evangélico durante todos estos años?
-“Es un enorme privilegio para la institución Asambleas de Dios estar en Salto desde hace 55 años con esta congregación. A partir de ella se fueron abriendo otras.
Estos años Dios ha permitido multiplicarse y hoy contamos con ocho congregaciones en la ciudad, entre ellas la de Avenida Harriague, la de Paraguay y República Argentina, la de Diagonal Calafí, por nombrar algunas de las más antiguas.
Fueron todas naciendo a partir de la fundación del Aposento Alto, es decir, fueron cincuenta y cinco años de labor ininterrumpida, en la que se ha podido acompañar a la sociedad en todos los vaivenes de la vida y hemos visto multitudes de familias acercarse al Evangelio y caminar en la fe.
Por lo tanto es un tiempo de agradecimiento, regocijo y lo celebramos con gratitud al señor por ello y tenemos el gran desafío de seguir alcanzando a la comunidad salteña con el Evangelio”.
-En la actualidad ¿Qué número de fieles se reúne en Aposento Alto?
-“Son entre doscientos y doscientos cincuenta fieles. Tenemos cuatro reuniones semanales”.
-¿Cómo ha sido su experiencia en otros países?
-«Es un tiempo en que la sociedad toda – no importa cual – el ser humano todo experimenta un vacío existencial y necesita de Dios. Algunos entienden el mensaje y lo reciben de primera. Otros son más reacios, pero de todas maneras el ser humano en algún momento reconoce que hay un ser superior, que no somos producto de la casualidad si Dios tuvo el propósito de crearnos, con algún fin lo hizo.
Así razona normalmente el ser humano y viene a la búsqueda de Dios.
Y en ello es que uno intenta ayudarlos en el proceso de encontrarse con el Creador”.
-Dentro de este vacío existencial que es real.
¿Cuáles son las necesidades más significativas que se advierten cuando la gente llega por primera vez a la iglesia?
-«Hay un problema sobre todo en este momento en la sociedad uruguaya, que es la desintegración familiar.
Lamentablemente nuestro país que era uno de los bastiones de la familia legalmente constituída, la familia tradicional esta en crisis y mucha gente viene buscando precisamente la ayuda divina para la restauración de la familia porque con ella se van perdiendo los valores de lo que ha sido nuestra sociedad judeo cristiana.
Es más… se podría decir que últimamente priman los antivalores.
Lo que La Biblia llama blanco, la sociedad sostiene lo contrario y toma saludable lo que no lo es.
Entonces el ser humano se va degradando a sí mismo.
Donde se predique el Evangelio y donde se le dé a la Biblia el lugar que se merece por ser palabra de Dios, el mapa de ruta del peregrino hacia la Eternidad.
Cuando la palabra de Dios tiene espacio en el ser humano, este encuentra el verdadero propósito y la razón por la cual fuimos creados.
Dios nos creó no para que fuéramos una obra olvidada sino para que podamos vivir en plena comunión con Él.
La Biblia sigue siendo palabra de Dios, viva, penetrante como espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu.
Trae respuesta a las grandes interrogantes de la vida. Toda persona que logre entender para qué ha nacido, por qué vive y qué destino trae, es importante que tome tiempo para oír y ser instruida en la palabra de Dios. Por ello los invitamos a nuestras reuniones.
Las puertas están abiertas y el consejo es que busquen al Señor”.