Las tarjetas son necesarias en el fútbol por varias razones importantes, que giran principalmente en torno al mantenimiento de la disciplina, la garantía de la equidad y la defensa de la integridad del juego:
APLICACIÓN DE LAS REGLAS
El fútbol, como cualquier otro deporte, tiene un conjunto de reglas que rigen la conducta de los jugadores y el juego. Las tarjetas son un medio tangible para que los árbitros apliquen estas reglas. Cuando un jugador comete una falta o tiene un comportamiento antideportivo, la expedición de una tarjeta comunica a los jugadores, entrenadores y espectadores que la acción en cuestión no es aceptable en el contexto del juego.
DISCIPLINA Y DISUACIÓN
La amenaza de recibir una tarjeta actúa como elemento disuasorio contra el comportamiento imprudente o peligroso en el terreno de juego. Los jugadores saben que ciertas acciones, como las entradas por detrás o el uso excesivo de la fuerza, pueden acarrear medidas disciplinarias en forma de tarjeta amarilla o roja. Esto incentiva a los jugadores a respetar las reglas y a jugar dentro del espíritu de la competición leal.
EQUIDAD E IGUALDAD EN EL TRATO
Las tarjetas garantizan que todos los jugadores estén sujetos a las mismas normas de conducta y disciplina, independientemente de su equipo o de su posición en el juego. Los árbitros se esfuerzan por aplicar las reglas de forma coherente e imparcial, garantizando que ningún jugador reciba un trato preferente o una ventaja injusta. Este compromiso con la equidad contribuye a preservar la integridad del deporte y a mantener su reputación de honradez y transparencia.
