Entrevista con Jorge Díaz
Jorge Díaz se retirará el año próximo de su cargo de Fiscal General de la Nación por mandato legal, cargo que ostenta desde hace 9 años cuando fue propuesto por el Presidente Mujica y ratificado por el Senado por unanimidad, algo que duda que hoy mantenga. Retornará entonces al ejercicio liberal de la abogacía. Conoce a la Justicia desde todos los ángulos pues antes fue Juez durante 20 años. EL PUEBLO dialogó con Díaz, quien hizo un balance del sistema procesal penal que rige desde 2017.
- Antes de ser Fiscal de Corte, fue Juez durante 20 años, ¿hay alguna diferencia entre lo que hacía antes de lo que hace ahora tras el cambio de sistema?
- Trabajaba como Juez en la materia penal en un sistema inquisitivo donde era el Juez el que llevaba adelante la investigación. Cuando fui designado Fiscal de Corte por el Poder Ejecutivo de la época con previa venia del Senado, otorgada por unanimidad en ese momento, todos los partidos políticos votaron con el objetivo de llevar adelante la reforma procesal penal y pasar del sistema inquisitivo al acusatorio, donde es el Fiscal el que investiga. Están más claramente separados los roles del Fiscal, de la Defensa y del Juez. Y bueno, de alguna forma seguí cumpliendo el mismo rol de toda la vida, que es la tarea de la investigación y de la persecución criminal.
- ¿Con mejor, igual o peor presupuesto?
- La Fiscalía era una Unidad Ejecutora del Ministerio de Educación y Cultura desde 1907 hasta el 2015, que fue cuando se crea la Fiscalía General de la Nación, y ahí nace como servicio descentralizado con un objetivo concreto, que era llevar adelante el proceso de la reforma procesal penal, la Fiscalía nace como organismo autónomo. La redefinición de los cometidos de la institución es la de dejar de ser una institución que servía para todo, porque hacíamos Familia, Civil, Adolescentes Infractores, Penal, Aduanero; es decir, cumplíamos un conjunto impresionante de tareas, que al final hacíamos tanta cosa que nadie sabía qué hacíamos. Algunos colegas decían, cuando se referían al Ministerio Público, que éramos el Misterio Público (risas).
De hecho, estábamos tan pegados al Poder Judicial, que cuando uno decía que era Fiscal le decían, ¿en qué Juzgado trabajás? Hoy está claro que el Poder Judicial es una cosa, es un Poder del Estado que cumple esencialmente la función jurisdiccional, es decir, resuelve un conflicto, y la Fiscalía es otra institución, separada, distinta, que tiene la función de investigar y perseguir criminalmente.
- ¿Es decir que tiene la pretensión punitiva del Estado?
- Exactamente. Nosotros investigamos con la policía y acusamos o perseguimos criminalmente. Esa clara separación de roles que surge del pasaje del sistema inquisitivo al acusatorio, ha demostrado al día de hoy que es mucho más eficaz que el sistema anterior, y además es mucho más garantista…
- ¿Por qué?
- Es más eficaz porque lo dicen los números. Es decir, comenzamos el sistema acusatorio en el año 2017, y pese a ese relato que se instaló en determinado momento de que este era un Código benigno, que había sido hecho para favorecer a los delincuentes, al día de hoy ha quedado claramente demostrado que ese relato era falso, al punto tal que comenzamos el Código de Proceso Penal con 10.997 privados de libertad al 31 de octubre de 2017, y hoy hay más de 13.200. Es decir, tenemos 2.200 privados de libertad más que en ese momento, y no digo que esa sea una buena noticia en sí mismo, lo que sí demuestra es que no es un Código prodelincuente.
- Bien, pero una cosa es la cantidad de personas detenidas y otra es la calidad, es decir, el tiempo que estarán presos de acuerdo al delito cometido. Por el nuevo Código, ¿se puede pactar, tras la confesión del delito, penas menores, y a raíz de eso, salir anticipadamente a la mitad del cumplimiento de la pena?
- No necesariamente. Primero, los acuerdos por los cuales se hacen los procesos abreviados, hoy implica que se puede disminuir la pena, pero nunca por debajo del mínimo. Es decir, la pena tiene que estar establecida dentro de los varemos que establece el Código Penal. O sea que ahí no hay una reducción sustantiva de la pena. Segundo, la libertad a prueba está restringida a muy pocos delitos, que antes la libertad vigilada tenía un espectro mucho más amplio, y hoy está restringida a los delitos de menor cuantía. Y tercero, la libertad anticipada, que es la que puede concederse a la mitad de la pena, en realidad también ha sufrido una muy fuerte restricción en cuanto a la cantidad de delitos. Y además, cuando se hace un acuerdo por un procedimiento agregado, se establece en el acuerdo la forma de cumplimiento de la pena. Entonces, si se dice que son tres años de prisión efectiva, son tres años de prisión efectiva, y no es que a la mitad de la pena o a la cuarta parte sale.
- ¿Usted piensa entonces que esa impresión que tiene la gente es también parte del relato contra el nuevo sistema?
- Y bueno, la prueba está en que hoy tenemos 2.200 privados de libertad más. La prueba está que hoy tenemos menos cantidad de denuncias, es decir, la denuncia por delitos ha venido cayendo en forma significativa. Para ponerle un ejemplo, en Salto el promedio mensual de las denuncias por delitos que se hacían en 2018 era de 994, en el año 2019 fue de 950 y en el año 2020 el registro fue de 800. Es decir que hubo una disminución significativa en la cantidad de denuncias.
- ¿Y a qué se debe eso?
- El delito es un fenómeno multicausal, es decir que hay muchas causas que están en el origen del delito, en el aumento y en la disminución. Desde el punto de vista de la investigación y de la persecución criminal, es claro que este sistema es más eficiente, ¿por qué tenemos más privados de libertad? ¿Por qué tenemos más personas condenadas? Eso implica necesariamente que hubo mayor cantidad de personas imputadas, procesadas, para emplear el lenguaje del Código anterior. Fíjese que, en Salto, en el año 2018 se imputaban o se formalizaban 43 personas por mes; en 2019 se formalizaban 83 personas por mes, y en 2020 se formalizaron 114 personas por mes. Esto quiere decir que este sistema, es mucho más eficaz y eficiente que el anterior. A nivel nacional, el promedio mensual en el sistema anterior era de mil procesamientos, el promedio mensual de formalizaciones hoy es de 1.700. Es decir, estamos a nivel nacional mucho más de la mitad por encima del sistema anterior. Entonces, tenemos mayor cantidad de denuncias aclaradas, mayor cantidad de personas imputadas, menor cantidad de denuncias, todo eso se traduce en una mayor eficacia en la persecución.
- Bien, pero no contestó lo que le pregunté al inicio de la charla sobre el tema presupuestal que dispone la Fiscalía. Tengo entendido que la Fiscalía dispone de $ 6 millones anuales para afrontar un servicio de ANTEL que le cuesta $ 31 millones.
- Es así, eso lo sabe este Poder Ejecutivo y el anterior, lo sabe este Parlamento Nacional y el anterior, porque la Fiscalía todos los años concurre, presenta su Rendición de Cuentas, establece cuál es su ejecución presupuestal y hasta ahora hemos sobrevivido o hemos podido salir adelante transfiriendo fondos desde el rubro retribuciones al de gastos e inversiones. Eso es lo que nos ha permitido subsistir hasta ahora. Pero ahora los gastos van aumentando, primero porque el pasaje de un sistema a otro hizo que los gastos de Fiscalía crecieran formidablemente. Segundo, porque en términos nominales existiendo inflación, los gastos aumentan, y nosotros tenemos el mismo presupuesto de gastos e inversiones que teníamos en el año 2015. Es más, hoy tenemos menos plata nominal, no real, que en el año 2015. Eso hace que la Fiscalía esté en una situación muy delicada desde el punto de vista financiero…
- Y aún así, ¿luego le exigen un buen rendimiento con el mismo presupuesto?
- Con menos, porque en realidad no solo que no hubo ningún incremento, sino que hubo una disminución en términos nominales, en términos reales la disminución fue más grande. Y la Fiscalía ha demostrado que puede y que de hecho ha mejorado su rendimiento. Le hemos transmitido al sistema político que todo tiene un límite. Es decir, hemos ido sacando gente de un lado y poniendo en otro lugar, creando una Fiscalía acá, cerrando otra allá. Hemos ido redistribuyendo los recursos humanos y materiales de la Fiscalía a lo largo y ancho del país, sacándolo de donde no lo necesitábamos tanto, mire que no digo que sobraba, a donde lo necesitábamos más. Eso nos ha permitido aumentar la eficacia y la eficiencia. Ahora, lo que veo de acá en adelante, si no hay una corrección desde el punto de vista presupuestal, es que difícilmente los números de la Fiscalía puedan seguir creciendo como hasta ahora.
- ¿Hay una Justicia para ricos y otra para pobres? Le pregunto por las afirmaciones de la Dra. Daiana Abracinskas, que así lo dejó entrever cuando sostuvo que quien en un juicio pueda pagar los mejores peritos puede llegar hasta cambiar la carátula del caso.
- En ese caso no se cambió la carátula, fue un juicio y la persona fue absuelta…
- Peor todavía, por eso mi pregunta…
- Mire, en cualquier sistema, hay ciudadanos que tienen la Defensa del Estado, porque no pueden pagar un abogado y hay ciudadanos que tienen una Defensa privada porque se la pueden pagar. En este sistema, y en cualquier sistema, hay ciudadanos que tienen la posibilidad de pagar un perito privado, y hay ciudadanos que tienen que quedarse con el perito del Estado. No sé si es de ricos o pobres, pero la Fiscalía ha ganado juicios contra abogados particulares y contra peritos privados, la Fiscalía ha ganado la mayor parte de los juicios en los que ha intervenido y los peritos que tiene la Fiscalía son los peritos del Estado.
Lo que seguramente quiso decir, porque sé a qué juicio hace referencia, concretamente al caso Valizas, es que si su cliente no hubiera podido pagar una pericia privada que revirtiera la pericia estatal, quizás el resultado hubiera sido otro. Eso no depende del sistema procesal. Es más, en eso este sistema procesal es mejor que el anterior porque en el anterior, si un perito del Estado decía que las lesiones que a ti te habían causado te ponían en peligro de vida o tenían un plazo de curación mayor a 20 días, era palabra santa y no había forma de discutirlo. Lo que permite este sistema, es que eso se pueda discutir.
PERFIL DE JORGE DÍAZ
Casado, tiene 4 hijas. Es del signo de Tauro. De chiquito quería ser aviador. Es hincha de Montevideo Wanderers.
¿Una asignatura pendiente? Muchas, pero tengo una que no se la puedo decir porque estaría violando la Constitución.
¿Una comida? El asado, si es posible un bife ancho.
¿Un libro? «Cómo mueren las democracias» de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt.
¿Una película? Matrix.
¿Un hobby? Leer.
¿Qué música escucha? De todo, mis gustos van desde Sabina, Serrat, Fito Páez, Calamaro. Si tuviera que decir un género, diría el rock en sentido amplio.
¿Qué le gusta de la gente? La condición humana, la solidaridad.
¿Qué no le gusta de la gente? La condición humana, el egoísmo.
Por: Leonardo Silva