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jueves, noviembre 6, 2025

PÉRDIDAS MILLONARIAS EN ÓMNIBUS

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Diario EL PUEBLO digital

Blardoni habló de ajustes y un eventual aumento de boleto

El intendente interino, Francisco Blardoni, reconoció, en el programa Ver Para Creer de Canal 5 de Cable Visión Salto, el alto costo del servicio de Transporte Urbano Colectivo que llegó a perder 3.5 millones de dólares anuales. Explicó los ajustes internos para reducir el subsidio y la necesidad de modernizar el cobro. Si bien se analiza un aumento del boleto, aseguró que la puerta a una tercerización «no está cerrada», pero que «no hubo absolutamente nada» en concreto.

Desde hace meses, la posibilidad de una tercerización del servicio de Ómnibus municipal sobrevuela la agenda departamental. Los altos costos operativos y la necesidad de subsidio permanente han puesto al servicio en el centro del debate administrativo. Consultado sobre esta situación, el intendente interino y encargado del sector Ómnibus, Francisco Blardoni, brindó un panorama detallado del estado financiero del sector, los correctivos aplicados y el futuro del transporte urbano en Salto.

El punto de partida: un déficit millonario

Blardoni comenzó su análisis recordando los números que recibió la administración durante la transición, cifras que encendieron las alarmas. Se manejaba una pérdida anual del servicio de ómnibus de «prácticamente tres millones y medio de dólares«. El costo total del sector ascendía, en números redondos, a cinco millones y medio de dólares, evidenciando una brecha insostenible entre el costo y la recaudación.

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El subsidio en la mira

El jerarca explicó que, al asumir y «sincerar» las cifras, se encontraron con un panorama complejo. Mientras que en el sector del transporte se considera aceptable que un tercio del costo sea subsidiado por razones sociales y dos tercios se cubran con la venta de boletos, la realidad salteña era otra. «Estábamos con más del cincuenta por ciento de subsidio«, indicó Blardoni. El objetivo de la administración fue, desde el inicio, ajustar esa balanza.

Los primeros ajustes internos

Para comenzar a reducir el déficit, la Intendencia implementó una serie de «compensaciones» internas, buscando que el costo real del servicio de Ómnibus no absorbiera gastos que no le correspondían. Se implementó una «facturación interna» por los servicios sociales que presta la comuna. «Los pases libres, la bonificación de los abonos, el boleto jubilado… eso lo dictamina el intendente o un director«, explicó. Al sincerar estos costos y asignarlos como un servicio social, los números del subsidio comenzaron a bajar.

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Con esta corrección, se logró reducir el subsidio del 50% a un 37% actual, acercándose al ideal del 33%. Blardoni también mencionó otras pequeñas acciones, como la correcta imputación de gastos de taller. “Ómnibus reparaba elásticos para todas las divisiones de la Intendencia y estaban cargados el costo del ómnibus”, señaló. Ahora, si se repara una unidad de Recolección o del Gramon, el costo se compensa a la división correspondiente, mejorando la transparencia de las cifras.

El peso de la masa salarial

A pesar de los ajustes, Blardoni identificó el principal desafío estructural del servicio: el costo laboral. El volumen de la masa salarial representa un setenta y seis por ciento del costo anual del sector. Este elevado porcentaje obliga a la administración a «mirar qué y por qué«.

El intendente interino recordó el impacto de decisiones pasadas, como la supresión del guarda-cobrador. En su momento, se otorgó al conductor una compensación del 33% por realizar la tarea de cobro. Aunque inicialmente pareció un ahorro («Lo saco y le doy el treinta y tres. Me estoy ahorrando un sesenta y seis»), con el paso del tiempo y los ajustes salariales, esa compensación fue «pesando un poco más» en la estructura de costos.

La modernización del cobro como solución

Para atacar la ineficiencia operativa, la administración apuesta fuertemente a la modernización del sistema de cobro mediante una tarjeta de pago. Blardoni graficó el problema actual: el personal de recaudación, que describió en cuatro personas, debe realizar un arqueo manual de la recaudación diaria. Este proceso, que incluye planillas y depósitos, consume mucho tiempo. La implementación de un sistema electrónico, donde el usuario cargue su tarjeta en locales de cobranza, eliminaría esta operativa y optimizaría los recursos humanos, al igual que sucede con la gestión de los abonos.

El precio del boleto en debate

El jerarca también puso sobre la mesa un tema que no se había discutido: el precio del boleto. Mencionó que Salto y Tacuarembó son las únicas intendencias con transporte municipal, mientras las otras 17 son privadas. Comparó la situación con Paysandú, donde el boleto cuesta treinta y cinco pesos, mientras que en Salto se mantiene en veinticinco.

Blardoni deslizó la posibilidad de un ajuste, señalando que el boleto no se modifica desde mayo de 2022. Un aumento a treinta pesos, que consideró no sería «caro» si se aplica la inflación, implicaría un 20% de aumento en la recaudación, pasando de 2 millones a 2.4 millones de dólares anuales.

La puerta «entornada»

Finalmente, ante la insistencia sobre si la puerta a un privado está cerrada, Blardoni matizó su postura. Aclaró que se podría «recibir y escuchar un planteo«. Sin embargo, reiteró enfáticamente que, más allá de los rumores, “realmente hasta ahora no hubo absolutamente nada”.

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